El efecto Cervera, a examen

El Real Jaén da hoy otro paso en su proceso de adaptación al nuevo técnico, Álvaro Cervera, en la visitan al campo del Real Murcia B, colíder del grupo, con las ausencias de Espín y Fernando por lesión. El reto es conseguir la primera victoria a domicilio de la temporada.

    13 sep 2009 / 09:42 H.

    Una sensación de extrañeza invadió a los aficionados jiennenses al término del encuentro con el Roquetas(1-0). Íñigo Ros despejó fantasmas y su tanto supuso un rayo de luz entre tantos nubarrones. Llegó la primera alegría de la temporada, pero el Real Jaén, a lo Jekyll y Mr. Hyde, ofreció dos caras. La imagen indolente y pusilánime del primer tiempo derivó en un torrente de esfuerzo y dinamismo ofensivo en el segundo. La transformación sobre el terreno de juego alcanzó una magnitud comparable a la confusión que se instaló en la grada. ¿Se trataba del mismo equipo? 
    La cuestión, desde hoy, es comprobar hasta dónde alcanza el efecto Cervera y la forma de calibrarlo se antoja atractiva y particular, desde el horario hasta el tapiz. Los blancos desayunan balón, al jugar a las once de la mañana, y sobre un campo de césped artificial, el del Estadio Sánchez Cánovas. Doblegar a su rival, el Real Murcia B, implica una exigencia que encuentra respuesta al ojear la clasificación y comprobar que la mirada se posa en la zona alta. El Real Jaén, por si fuera poco, viaja con la defensa desfigurada, casi tanto como el rostro de Espín, ausente por lesión por aquel impacto con Miró cuyo eco retumbó en La Victoria. Por este motivo, incluir a sólo cuatro zagueros en la convocatoria —Galera, Castellanos, Fabios y Navarro— es sinónimo de temeridad o  confianza de un visionario. Sólo el resultado y el desarrollo del espectáculo pueden desvelar la incógnita. La otra ausencia es la del delantero Fernando, segunda víctima de la intensidad del duelo frente al Roquetas. Su incomparecencia abre las puertas de la titularidad al francés Philippe Toledo o, si salta la sorpresa, al último refuerzo, José María Mena, que afina su puesta a punto. El resto del equipo se presume similar al de la pasada jornada, desde la presencia de un prometedor —y salvador— Tejera hasta la de Esparza,  al que Competición le retiró la tarjeta amarilla esta semana. El objetivo es agarrar la segunda victoria consecutiva y la primera a domicilio, una vez que el equipo hincó la rodilla en su desplazamiento hasta El Ejido (1-0). 
    El Murcia B, por su parte, vive instalado en un ambiente de felicidad en su segunda temporada en la categoría. El conjunto de Manuel Requena, relevo de José Miguel Campos esta campaña, es el único del grupo IV, junto con el San Roque, que cuenta por victorias sus partidos. Superó en casa al Moratalla (2-0) y goleó a domicilio al Caravaca (0-3). Después de ser quinto en el grupo II y acariciar la fase de ascenso el último ejercicio, el filial murciano ha comenzado con fuerza. Los cambios en la plantilla no han alterado el rendimiento y sus seis puntos reflejan el acierto que supone combinar el  cóctel de juventud y veteranía que muchos buscan y pocos encuentran. El Murcia B, que sólo tiene las bajas del defensa Didac, por sanción, y del lesionado Rojas, persigue, además, prolongar la estadística en sus cuatro enfrentamientos con los blancos, saldados con éxito, aunque en Tercera División. Hoy puede ser otra historia, aunque el Real Jaén necesita mostrar su mejor cara. 
    José Ramón Casado / Jaén