El Barça y el Madrid se miden en el 'otro' clásico
El Regal Barcelona y el Real Madrid se miden hoy por octava vez en la presente temporada, con un balance netamente favorable al equipo entrenado por Xavi Pascual, líder de la ACB, que ha perdido sólo un partido ante los madridistas. El encuentro se juega, a las seis de la tarde, en el Palau Blaugrana.
La superioridad de los azulgranas es evidente. No únicamente en el plano técnico, sino también en el psicológico, como se demostró en la serie de cuartos de final de la Euroliga, en la que el Real Madrid pudo decidir la clasificación en su pista y perdió dos partidos de forma consecutiva. Una victoria del Barcelona, que suma tres más que el Madrid después de 28 partidos, dejaría a los azulgranas con todas las opciones de finalizar primeros en la fase regular, con lo que tendría todos los posibles desempates en el Blaugrana.
“Sabemos que si ganamos, tenemos casi asegurado el primer puesto y vamos a luchar por ello”, asegura el barcelonista Ricky Rubio. El base cree que el partido “será muy interesante”, porque después del desenlace del “play off” de la Euroliga “ellos vendrán con muchas ganas”. Rubio explica que el Barça “tiene que hacerse fuerte” en el Palau Blaugrana para sacar un resultado positivo. Fundamental será la aportación de Juan Carlos Navarro, determinante en los dos últimos partidos de Madrid. El escolta es el que ha participado en más clásicos de todos los componentes de las dos plantillas, además del máximo anotador con 448 puntos en los 35 disputados.
“Hemos acortado distancias con el Barcelona en el último mes y medio” dijo Ettore Messina, entrenador del Real Madrid, nada más terminar el cruce de cuartos de final de la Euroliga. “Y todavía queda un mes y medio o dos antes de que nos enfrentemos en una hipotética final con el título en juego”, añadió el técnico italiano. Ese es el objetivo del Real Madrid: seguir mejorando, sin renunciar, por supuesto, a conseguir la victoria, como ya ocurrió en el segundo partido del cruce europeo, la última derrota del equipo blaugrana en su feudo.
El partido se juega cuatro horas antes del clásico que mide a los equipos de fútbol de Madrid y Barça en el Bernabéu, un encuentro más determinante para el campeonato que el que enfrenta a los dos equipos en el Palau.