Clásica de Torredonjimeno.- Raúl Alarcón saca brillo a la edición de las bodas de plata

José Eugenio Lara /Torredonjimeno
El alicantino Raúl Alarcón, del Comunidad de Valencia, se adjudicó la vigesimoquinta edición de la Clásica de Torredonjimeno, tras una carrera espectacular y maravillosa en la que Jorge Martín Montenegro, del Andalucía CajaSur, se aseguró el título de la Copa de España con el quinto puesto conseguido.

    11 may 2009 / 11:20 H.

    La clásica fue dos carreras en una: la del triunfo parcial y la de la victoria en la Copa de España. No podían tener mejor celebración las bodas de plata de la competición tosiriana que coronar al campeón nacional, a falta de dos pruebas para la finalización de la Copa. Esa doble vertiente otorgó a la carrera una aureola extraordinaria y un espíritu competitivo singular. El resultado fue claro: la clásica gana en belleza, en prestigio y en espectacularidad. Cada año recopila más adjetivos. Es un noble ejemplo para el deporte.
    Las bodas de plata encumbraron a dos corredores: Raúl Alarcón y Jorge Martín Montenegro. Alarcón es un ex profesional de Saunier que busca su regreso al profesionalismo y la mejor forma de demostrarlo es ganar carreras. Ayer se exhibió en Torredonjimeno. Hizo una demostración de estrategia y de fortaleza. Estuvo en el sitio justo cuando la prueba se rompió y dio el golpe definitivo cuando vio cerca la victoria. Llegó primero, con seis segundos de ventaja sobre Jonathan Perdiguero, al que superó sin problemas en un sprint entre los dos. Alarcón estaba eufórico en la meta. Su triunfo es el de la constancia y el del esfuerzo. Marcó un promedio de 42,2 kilómetros por hora. Invirtió 3 horas, 40 minutos y 3 segundos en recorrer los 155 kilómetros con salida y llegada en Torredonjimeno.
    La misma felicidad compartía el argentino Jorge Martín Montenegro, un ciclista que lleva una regularidad notoria en la presente temporada y que ya puede presumir de ser el nuevo campeón de la Copa de España élite. No le faltaban razones para mostrarse eufórico. El quinto puesto final le otorga matemáticamente el galardón. Montenegro contó con un equipo excepcional que realizó un maravilloso trabajo a lo largo de toda la mañana. Tensó la carrera cuando fue preciso, hizo la selección cuando a su líder le interesó y controló con cierta autoridad todas las maniobras en la cabeza del pelotón. Siempre hubo algún representante del Andalucía CajaSur en cualquier escapada. El premio a tanta generosidad fue el título nacional. No es de extrañar, por lo tanto, que Montenegro hiciera partícipe de su éxito al resto de la escuadra. “Ha sido impresionante”, llegó a repetir en varias ocasiones.
    Al espíritu competitivo de los participantes favoreció un recorrido exigente, duro y con un perfil profundo y apropiado para los ataques. El alto de las 7 Pilillas hizo la primera gran selección, mientras que el de Riogordillo se convirtió en el juez implacable de la carrera. El grupo selecto que se formó después de la primera dificultad, en el que entraron todos los favoritos, estuvo muy inquieto. No hubo tregua. Los ataques se sucedieron, siempre bajo el estricto control del líder, Montenegro. Alarcón y Perdiguero fueron los únicos que consiguieron dar consistencia a los numerosos intentos. Los dos tomaron ventaja en la cabeza de carrera en los últimos kilómetros. Formaron un dúo bien avenido que no permitió el acercamiento del grupo perseguidor. Así se plantaron en Torredonjimeno. Los dos jugaron sus bazas, pero, cerca de la meta, Alarcón se agarró a la bici, apretó los dientes y lanzó un ataque demoledor al que no pudo responder Perdiguero. Fue un triunfo de plata. El oro quedó reservado por Jorge Martín Montenegro.