CD Linares. A ahuyentar fantasmas en El Ejido

M. J. Velasco / Linares
Los jugadores de Tomé se aprietan, una vez más, el cinturón para hacer frente a uno de los equipos fuertes de la categoría. Saben que el Poli Ejido, tercer clasificado y candidato al ascenso, no es un enemigo fácil de batir. Aun así, la plantilla espera traerse, al menos, un empate de su visita a Santo Domingo.

    08 mar 2009 / 09:33 H.

    El fantasma de la mala racha de resultados no deja de acosar al CD Linares. Después de que no hubiese suerte ante el Marbella la pasada jornada, el equipo está próximo a la zona de promoción de descenso. Por este motivo, la plantilla azulilla se ve obligada a luchar como nunca para conseguir 3 puntos que los acerquen a los 45 que se prevén necesarios para conservar la categoría. Hoy, la empresa resulta complicada. El Poli Ejido, que lució sus colores en la División de Plata la anterior campaña, se mantiene en la parte alta de la tabla clasificatoria. El encuentro, que se celebra en el Estadio Santo Domingo a las cinco de la tarde, pone a prueba la capacidad de sufrimiento de los linarenses frente al tercer clasificado y uno de los claros candidatos al ascenso de categoría. En este sentido, los linarenses no ven con malos ojos puntuar en Santo Domingo. Un empate puede servir para afrontar con mayor optimismo los próximos y decisivos compromisos. 
    A pesar de la precaria situación económica que viven, los jugadores de Manolo Tomé entrenaron con naturalidad durante toda la semana. Trataron de aislarse, entre otras cosas, del juicio con el anterior presidente de la entidad azulilla, Julio Peralta, que se celebrará el próximo día 18; la llegada de un nuevo grupo inversor, al que mostraron su apoyo a principios de semana,  y la búsqueda de una solución a una serie de problemas que parece no tener fin. Lo que no deja lugar a dudas es su profesionalidad. Aún se recuerda la lucha de los linarenses en tierras gaditanas, a pesar de la derrota por una mayor inspiración del líder, y como en casa, ante el Marbella, dos errores desencadenaron un resultado adverso. En el vestuario, Tomé  pide mayor intensidad  para conseguir que sus pupilos recuperen la soltura de antaño.
    Por delante queda un encuentro ante el eterno rival, el Real Jaén, un derbi que tuvo que cambiar de horario, al coincidir con un festival taurino, para permitir que Linarejos registre una buena entrada que permita hacer frente a los pagos, ya que ante los marbellíes no se pudieron abonar los salarios del personal con los beneficios de la taquilla. Aún así, el primer paso es regresar con un buen resultado de El Ejido. Una victoria puede suponer una avalancha de moral para los linarenses, un empate puede suponer ese punto de inflexión para afrontar con optimismo el gran clásico provincial.