Suspenso en obesidad infantil

Cuanto más tiempo dura la lactancia, mayor es la protección de los niños ante el sobrepeso. Actuar contra él puede tener grandes beneficios en materia de salud

05 may 2019 / 11:05 H.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó dos estudios en los que, por un lado, alerta de la lenta lucha que están teniendo muchos países de Europa para combatir la obesidad infantil y, por otro lado, del bajo nivel de lactancia que hay, a pesar de que se ha demostrado que esta práctica reduce el riesgo de obesidad.

“Cuanto más tiempo se amamanta a un niño, mayor es su protección contra la obesidad. Este conocimiento puede fortalecer nuestros esfuerzos en la prevención de la obesidad. Actuar sobre la obesidad infantil, incluida la obesidad severa, puede tener importantes beneficios, no solo para la salud y el bienestar de los niños, sino también para los sistemas nacionales de atención de salud, por lo que debemos hacer todo lo posible para promover y proteger la lactancia materna en toda la región”, dijo el director de la División de Enfermedades No Transmisibles y Promoción de la Salud a través del Curso de Vida de la OMS/Europa, Bente Mikkelsen.

La obesidad grave en los niños se asocia con resultados cardiovasculares, metabólicos y otros negativos para la salud inmediatos y a largo plazo. De hecho, cuando se comparan niños con sobrepeso con niños con obesidad severa, estos últimos tienen un perfil de factor de riesgo cardio-metabólico mucho peor.

En este sentido, según el nuevo estudio de la OMS, titulado “La prevalencia de obesidad severa en los niños de primaria en 21 países europeos”, y que fue presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad, celebrado en Glasgow (Reino Unido), la obesidad severa afecta a casi 400.000 de los aproximadamente 13,7 millones de niños de 6 a 9 años que viven en los 21 países participantes. La obesidad severa es un problema de salud pública grave y los resultados de este estudio muestran que una gran cantidad de niños en la región europea la padecen. Dado su impacto en la educación, la salud, la asistencia social y la economía, el trabajo de la OMS hace hincapié en que la obesidad debe abordarse a través de una variedad de enfoques, desde la prevención hasta el diagnóstico y tratamiento tempranos.

Por otra parte, el segundo estudio, denominado “Asociación entre las características al nacer, la lactancia materna y la obesidad, en 22 países”, mostró que, a pesar del flujo constante de evidencia de investigación que muestra los beneficios para la salud de la lactancia materna, junto a numerosas iniciativas políticas destinadas a promover prácticas óptimas de lactancia materna, la adopción de la lactancia materna exclusiva en la región de Europa se mantiene por debajo del nivel global recomendado.

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida. A partir de entonces, los bebés deben recibir alimentos complementarios nutricionalmente adecuados con lactancia continua hasta los 2 años de edad o más. Concretamente, este estudio mostró que, en casi todos los países, más del 77 por ciento de los niños fueron amamantados, si bien hubo algunas excepciones: en Irlanda el 46 por ciento de los niños nunca fueron amamantados, en Francia el 38 por ciento y en Malta el 35 por ciento. Además, solo 4 de los 12 países tuvieron una prevalencia de lactancia materna exclusiva (durante 6 meses o más) del 25 por ciento.