Resolución sobre capturas excepcionales de aves fringílidas

24 jul 2016 / 11:53 H.

Los silvestristas no ganan para sustos. Si sobre ellos pende la fecha de 2019 para el cese de una actividad ancestral, cese que según las propias directrices del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, podría estudiarse, ya que las propias directrices hablan de cómo en Francia y Belgica se pueden capturar animales con el objetivo de garantizar una adecuada variabilidad genética de la población en cautividad. ¿Por qué no hacer lo mismo en nuestro país? Los tiempos de las prohibiciones como norma deberían haber quedado atrás. Es entendible que a determinados sectores de la sociedad no les guste algunas actividades, que según sus entendederas lo mejor es prohibir y prohibir. En los casi 14 años que la ley seca estuvo en vigor en EE UU, la sociedad americana pudo comprobar cómo no solo no se consiguió eliminar la venta de alcohol, sino que se siguió consumiendo de manera clandestina y las mafias se extendieron de manera exponencial. Si prohibimos el silvestrismo, ¿no proliferarán los furtivos y se hará un daño considerable al medio al realizarse dicha actividad sin ningún tipo de control? Prohibamos pues, si pensamos que en ello está la solución, pero no haremos sino dar el pistoletazo de salida para que la lista de lo políticamente incorrecto aumente auspiciada por grupúsculos poco representativos, aunque sí bastante mediáticos. Este año la Resolución se desmoronó más de tres meses con respecto al pasado, lo que no hizo sino acrecentar los temores de un colectivo acostumbrado a encajar golpes con docilidad, de 2013 a 2018 se reducirá el cupo de capturas en más de un 88 % y al año siguiente se pasará al 100 %. La resolución de este año es un calco de la pasada, se reduce el cupo en un 28 %, cada autorizado podrá ser acompañado de ayudantes para realizar tareas de colocación y retirada de las redes y en el periodo estival solo podrán capturarse ejemplares jóvenes del año. Se mantienen las mismas fechas y días de captura.