Aventura con acento serrano
Marcos Moreno es un joven de Beas de Segura que se encuentra cursando un Erasmus en la ciudad de Palermo, en Italia, donde además de disfrutar de los encantos de la ciudad, comparte algunas de las costumbres de su tierra
Siempre en busca de nuevos retos. Los jóvenes del Santo Reino, aquellos en los que recae el futuro de la provincia verde, son los mismos que arrojan luz y esperanza al saber que cuentan con un espíritu inquieto e infinitas ganas de aprender. Es el caso de Marcos Moreno Tesias, que llegó al mundo en el bello municipio de Beas de Segura hace tan solo dos décadas. Este año ha decidido coger el petate y partir a tierras italianas, donde estudiará el tercer año del grado de Finanzas y Contabilidad, antes de volver a la Universidad de Jaén, donde finalizará los estudios. “Que hoy me encuentre en Italia de Erasmus se lo debo a mi amigo Ramón Gallego, fue quien me convenció para que me embarcara en esta aventura, elegí Italia por la similitud de la cultura y la cercanía con España”, confiesa el de Beas de Segura. Su carácter abierto provocó que no partiera solo, pues mientras le decía adiós a su gente en el aeropuerto, conoció a parte de los que hoy son sus compañeros, “esa gran familia” que han formado en Italia. Eso fue hace dos meses, aunque residirá en Palermo hasta julio, eso sí, Moreno lo tiene claro: “Es algo temporal, mi intención es regresar a mi tierra, aunque volveré a visitar estos bellos lugares”.
Al ser la primera vez que el joven dejaba su hogar para explorar otras patrias, los comienzos los define como “un poco caóticos, caros y burocráticos”. “Necesitaba con urgencia hacer los trámites para validar toda la documentación que llevaba de mi universidad de origen y así poder asistir a las clases y siempre me encontraba la oficina cerrada o había algún impedimento por el cual no se podía llevar a cabo. Una cosa que me sorprendió fue la forma de conducir tan desordenada que hay en Sicilia (nada comparable con el resto de Italia), no hay señales, apenas hay aceras por las calles residenciales y el semáforo verde para los peatones es prácticamente inexistente ya que, si no muestras la intención de cruzar, el coche no para, aunque el semáforo este abierto para el peatón”, relata.
Una vez instalado y hecho a las peculiaridades de la que será su casa hasta el verano que viene, su día a día ha mejorado por completo: “La mayor parte del tiempo lo paso en la calle, la gente es muy abierta y te acoge con muchas ganas. Sus habitantes suelen perderse por las mañanas en el famoso mercado de Ballaró donde puedes encontrar de todo. Por la tarde me gusta pasear por la ciudad, siempre hay algún monumento bonito que descubrir, podemos encontrar rasgos y pinceladas de cada uno por sus calles, estas me recuerdan mucho al casco antiguo de Úbeda, pero totalmente descuidado. En el caso de la vida nocturna se lleva a cabo muy temprano comparado con nuestro país, la gente suele ir a los pubs sobre las nueve aproximadamente, ya que las discotecas cierran a las 3:30, algo que nos sorprendió el primer día que salimos”.
A cambio de todas las cosas que está viviendo en la ciudad, el jiennense comparte la rica gastronomía de su tierra, que los deja “impresionados”, con ejemplos como el salmorejo, migas y “ajoatao”, un plato típico de la Sierra de Segura, porque donde esté “la comida de la abuela que se quite la pisa” y es que para este joven, Jaén “es tierra de sabor”, y no hay ni un día en el que no se acuerde de su gente, su sierra o las costumbres. Algunas de ellas también las ha compartido con los italianos ya que fue protagonista de uno de los tópicos andaluces y, cuando conocieron su procedencia, “le pidieron que cantara o bailara sevillanas”. “No sé bailar sevillanas, pero se quedaron sorprendidos cuando les mostré las jotillas y seguidillas y aprendieron que el folclore andaluz es muy divertido”, manifiesta Moreno, un enamorado de su tierra dispuesto a triunfar fuera de las fronteras.
Dejar el calor del hogar para descubrir nuevas fronteras supone enfrentarse a grandes retos, algunos de ellos clave para el crecimiento personal. “Lo mejor, como cada vez que abandonas tu hogar, es conocer gente nueva, vivir nuevas experiencias y empaparte de la cultura que desprende el destino en el que residas”, destaca. Otra de las claves de un Erasmus, es la formación, “siempre es un plus”. “Estudiar fuera de tu país, aprender un idioma nuevo o convivir con gente de diferentes nacionalidades, es una explosión cultural que hace que abras la mente mucho más de los que podrías imaginar”, asegura.
En la otra cara de la moneda, esta lo menos positivo de tener que pasar tiempo fuera de casa, según el joven de Beas de Segura: “Tener a tus familiares y amigos lejos da mucha tristeza no ver como crecen mis primos pequeños o no poder pasar la tarde charlando con mis abuelos”.
“Vuelvo a casa por navidad, como decía aquel famoso anuncio del turrón. En el futuro quiero quedarme en Jaén, esta tierra vale mucho, solo tenemos que darle el valor que merece y apostar por ella”. Así de contundente se muestra este joven a la hora de hablar de su regreso, pues tiene claro que su partida tiene billete de vuelta.
El motivo de ello también lo aclara: “A nivel personal, nunca pensaría que podía echar tanto de menos un paisaje tan simple a la vez que único, como es nuestro mar de olivos. Nuestro preciado paraíso interior”. Es su forma de mostrar que aquellos que se van del Santo Reino lo llevan en el corazón estén donde estén y se enorgullecen de él, como Moreno, que ya ha descubierto a sus compañeros algunas de las delicias típicas de la provincia, como el salmorejo, las migas o el “ajoatao”.
Comprobar que los jóvenes que deben tomar las riendas de la provincia verde se sienten orgullosos de sus raíces solo puede denotar que el Santo Reino tiene un futuro prometedor. De esta forma lo expresa Marcos Moreno: “Residir es otros países sirve para valorar y revalorizar tu tierra, tu provincia, tu país, donde a veces lo que nos resulta lo más normal del mundo, cómo una educación o sanidad gratuita con un bajo coste de los medicamentos, es una cosa inimaginable en otros lugares del mundo”, manifiesta, para concienciar a muchos de que tenemos un tesoro que se debe cuidar. “Para terminar, quisiera dar las gracias a Diario JAÉN por brindarme esta oportunidad y hacerme sentir más cerca de nuestra tierra y a mi amigo Guillermo Pavón por las fotografías”, sentencia Moreno que, con sus bellas palabras, su valentía y las ganas de mejorar, conocer nuevos mundos y superar cualquier desafío o reto que se le plantee, supone todo un ejemplo para los jóvenes de su generación, pues al igual de este jiennense, son muchos los que deciden partir de casa.
Cuando los estudiantes españoles que residen en tierras italianas tienen un hueco lo aprovechan para visitar zonas como el monte Pellegrino, uno de los picos más altos de Palermo, en el que Marcos Moreno aparece junto a sus amigos Daniel Villanueva, Guillermo Pavón y Juan Francisco Gutiérrez.
Verona es una ciudad de la región de Véneto en el norte de Italia, con una parte antigua medieval construida sobre el serpenteante río Adigio. Es famosa por ser el escenario de “Romeo y Julieta” y hasta allí se fue este grupo de españoles para conocer algunos de sus rincones, algunos incluso con maleta.
En la imagen que acompaña este texto aparece Marcos Moreno junto al numeroso grupo de compañeros con los que comparte piso. Fue un día muy especial, pues el jiennense cumplió dos décadas lejos de su gente, aunque su “familia italiana” hizo que fuera una jornada imposible de olvidar.
Haciendo honor a su nombre. La plaza de Santa Marcos, en Venecia, es un lugar mágico para pasar un día entre amigos, mientras se descubren algunas de las maravillas que alberga la ciudad italiana. Una forma de combinar lo mejor de los países mediterráneos del Sur de Europa.