A por un “delicioso” futuro
Virginia Castilla Gallego es una joven alcalaína que aterrizó hace poco más de un mes en Guadalajara, en México, donde estará varias semanas para perfeccionar sus conocimientos culinarios y volver para “comerse” el mundo
Desde su querida Sierra Sur hasta la ciudad más grande de Jalisco. Llegó hace poco más de un mes, pero ya le ha dado tiempo a conocer a los compatriotas mexicanos. Virginia Castilla Gallego es una joven de 26 años nacida en la capital de la Sierra Sur, Alcalá la Real, criada en las faldas de su bella Fortaleza de la Mota. Allí, entre verdes olivos y la historia que emana este municipio, comenzó a fraguar un sueño que ahora ve cumplido. Cuando llegó la hora de labrarse un futuro partió hasta Sevilla, donde hace poco finalizó el curso profesional de Gastronomía y Artes Culinarias en la escuela de cocina CookStorming. Fue entonces cuando sus profesores, Carlos y Vero, le ofrecieron la oportunidad de poder realizar sus prácticas profesionales en La Postreria de Guadalajara, México, de la mano del chef Jesús Escalera. Esta valiente joven no lo dudó y llenó su maleta con la mayor de sus ilusiones y con algún que otro miedo. “Al principio es un poco duro por el cambio horario en comparación con España (son siete horas menos en Guadalajara), pero por lo demás la gente de aquí te recibe con los brazos abiertos y es muy amable, es muy fácil integrarte y adaptarte”, relata la alcalaína. Estos cambios, junto con la cantidad de kilómetros que la separan de los suyos es lo que peor lleva la repostera, pero nada la frena para seguir sumando experiencias y mejorar entre los fogones, puesto que como ella misma afirma: “Hay que valorar las oportunidades que nos ofrece la vida”.
Con su excelente actitud y su talento, Castilla “ha conquistado” a todo aquel que se ha cruzado en su camino y eso que sus jornadas son de lo más intensas. “Mi día a día consta de estar en La Postreria por las mañanas durante mi turno y luego por la tarde, después del trabajo, nos vamos algunos compañeros a tomar algo. También tengo la suerte de que vivo en una casa con chicos de varias ciudades de México, Francia y Alemania, nos llevamos muy bien y siempre hay algún plan para hacer todos juntos”, confiesa.
Todo lo que está viviendo estas semanas en la ciudad conocida por los tequilas y mariachis, la hace destacar de vivir fuera la posibilidad de “conocer una cultura diferente a la suya, encontrar gente que se convierte en parte de la familia, viajar, así como probar la verdadera gastronomía mexicana”. Asimismo, no duda en recomendar la experiencia a los demás jóvenes de la provincia que buscan hacerse un hueco en lo que siempre desearon, más si entre los destinos que barajan se encuentra el de México: “Si alguien quiere aprender de la gastronomía, costumbres y cultura mexicana se lo recomiendo al cien por cien. Es una experiencia única, no solo a nivel laboral sino personal, ya que te hace crecer y aprender a desenvolverte en situaciones diferentes. Sin lugar a dudas, México y Guadalajara te cambian la vida”. Precisamente sus ganas de ser una más durante su estancia en la tierra de las rancheras, la han hecho protagonizar divertidas historias. “Hay unos tacos que se comen con chapulines (parecido a grillos fritos), celebramos el día de la independencia de México por todo lo alto en el jardín de la casa con barbacoa y mezcal, y ahora están empezando las fiestas de octubre que es como una feria con conciertos, se trata de unas semanas muy interesantes”, relata la de Alcalá la Real. Además, a los compatriotas del otro lado del charco también les sorprenden algunas de las costumbres jiennenses, tales como la forma de saludarse, el acento y eso de que no se dejen propinas en los restaurantes, algo muy instaurado en la zona. Bromas aparte, Virginia Castilla se ha cruzado el mundo con un objetivo claro, y aunque su tierra natal siempre está presente, tiene pensado volver siendo una repostera que enorgullezca aún más a su gente.
A pesar de que Virginia Castilla no cambia la experiencia que está experimentado en la ciudad mexicana, su tierra natal, Alcalá la Real, siempre está presente. Allí residen sus familia y gran parte de sus amigos, en la Sierra Sur dio sus primeros pasos y están sus raíces.
Por ello, tiene pensado volver en Navidad y pasar los días festivos al lado de los que más la quieren y contarles las miles de historias que está protagonizando en Guadalajara. Antes, cuando estudiaba repostería en la ciudad de Sevilla, intentaba viajar a la provincia cada mes, oportunidad que aprovechaba respirar el aire puro de su casa. No hay que olvidar que aquellos que un día deciden dejar la cuna para buscar un nuevo horizonte cuentan con una cualidad envidiable, la de la valentía, y la provincia verde está repleta de jóvenes en busca de oportunidad con un futuro prometedor como el de esta joven.
“La cocina de autor es poner tu personalidad en lo que haces y ese sentimiento la convierte en algo distinto”. Esta frase la pronunció uno de los cocineros más aclamados del siglo XXI, Ferran Adriá. Aunque Virginia Castilla es una joven humilde que está dando sus primeros pasos en el bonito mundo de la repostería, bien podrían describirla.
Su pasión por hacer las cosas bien, aprender, mejorar y demostrar que eso de la cocina está hecho para ella, la han llevado a México por el momento, pero ella no destaca viajar a otros países europeos o a los destinos que se le presenten para que dentro de unos años la conozca toda la provincia de Jaén por su trabajo. Es por ello, que habrá que tener muy presente el nombre de Virginia Castilla, porque es muy probable que se “esté cociendo una gran estrella”.
El sector de la hostelería ha experimentado un crecimiento en los últimos años. Por ello, muchos restaurantes amplían su plantilla con el fin de aumentar las áreas de producción. Entre los requisitos fundamentales para triunfar entre fogones, se tiene muy en cuenta una amplia formación, los idiomas y las habilidades sociales. Asimismo, las escuelas de Hostelería y universidades gastronómicas están jugando un papel fundamental, ya que el sector se ha especializado, los comensales son cada vez más exigentes y los profesionales culinarios deben estar a la altura. Además, también se tiene en cuenta, según los últimos estudios, que el nuevo profesional posea un dominio y manejo de las nuevas tecnologías, así como, conocimientos de gestión y una buena dosis de innovación y creatividad. Unos requisitos que la joven Virginia Castilla tiene y desarrolla tanto en España, como en México, a lo que le añade un elemento más, la ilusión por formar parte de un restaurante y hacer feliz de esta forma a los demás.
Llegar nueva a una ciudad no tiene que ser nada fácil, pero si en el camino se tiene la suerte de encontrarse con personas que se convierten en una segunda familia, la situación cambia bastante. Es lo que le ocurre a Virginia Castilla con los amigos que ha conocido tras su llegada a Guadalajara, México.
Uno de los encuentros más especiales para esta joven de Alcalá la Real desde que llegó a Guadalajara, fue la de Eva May. Desde Alemania pasó por la Postrería, lugar donde realiza las prácticas Castilla, para desearle sus mejores deseos y pasar unos momentos en buena compañía que le “supieron a gloria”.
El equipo de trabajo al que pertenece la joven sabe coordinarse de la mejor de las maneras dentro de las cocinas, pero también cuando toca festejar. En la imagen que acompaña este texto aparece el equipo al completo durante la celebración de cumpleaños de una de las compañeras de la Postreria.
La jornada laboral de Virginia Castilla es de lo más intensa, pero cuando tiene tiempo libre también sabe aprovecharlo al máximo. Es el caso de esta imagen en la que aparece con algunos compañeros de trabajo con los que se reúne para salir a tomar algo y explorar la singular ciudad de Guadalajara.