Motril: el sabor a azúcar y a sal de un lugar que enamora

La alcaldesa de Motril, Flor Almón, nos invita a conocer los enclaves y atractivos turísticos de su ciudad. Almón, que cumple poco más de un año al frente del Consistorio de la costa granadina, nos habla de sus playas, su historia ligada a la caña de azúcar, sus espacios naturales, la pujante agricultura tropical y su huerta y su tradición marinera.

“Motril es una ciudad llena de contrastes, en la que un sinfín de sensaciones se apoderan del visitante que la viene a descubrir. Colores, aromas y sabores, se mezclan para sorprender al viajero más experimentado, que encuentra en nuestra ciudad un verdadero paraíso para los sentidos” describe la alcaldesa.

Flor Almón también destaca las bondades del clima de Motril, que con más de 320 días al año, “conforma un clima subtropical único en Europa y la posibilidad de pasar de bañarnos en la playa a caminar por rutas y senderos de vistas espectaculares por el verde de la vega y los espacios naturales que nos rodean”.

“En ningún otro lugar en el mundo se puede disfrutar de un paisaje con esas características ni gozar de tantas posibilidades de ocio y tiempo libre. Desde pequeñas calas llenas de encanto a extensas playas donde prevalece el carácter familiar, llenas de actividades con las que disfrutar, Motril te lo da todo”, asegura la alcaldesa, quien nos anima este verano a practicar deportes náuticos, degustar un espeto en los chiringuitos, o simplemente relajarse y dejarse llevar por el sonido del mar en las magníficas playas motrileñas.

“Motril es de sal y también de azúcar. Un lugar en el que a orillas del Mediterráneo se han desarrollado a lo largo del tiempo, tradiciones tanto marineras como agrícolas. El cultivo de la caña de azúcar, implantado en estas tierras por los árabes, se prolongó a lo largo de más de mil años, y es a día de hoy la verdadera seña de identidad de nuestra ciudad. Existe un extenso patrimonio cultural y arquitectónico ligado a la caña: museos, fincas de cultivo o antiguos Ingenios azucareros y chimeneas que salpican toda la ciudad y que son la base de un producto originario como el ron de caña”, descubre Flor Almón, quien nos invita también a disfrutar de la gastronomía motrileña, a gozar del pescado de Motril y su famosísima o la conocidísima ‘quisquilla’, las frutas tropicales (Mangos, aguacates, chirimoyas) y las hortalizas (tomates cherry de Motril, pimientos y pepinos), excelentes exponentes de la dieta mediterránea.

“En Motril, los productos van del mar y de la vega directamente a la mesa. Y son servidos con mimo por los restauradores locales, que han sabido aunar la calidad de los productos frescos con innovadoras recetas y presentaciones”, nos explica.

“Por todo ello, quiero invitaros a conocer esta tierra afortunada en la que se abrazan el mar y la montaña, la tradición y la vanguardia, el azúcar y la sal. Donde podréis vivir experiencias y sensaciones únicas ¡Os vais a enamorar!”.