Cuarenta años hace que nació la Peña Tenguerete de Santiago de la Espada con el objetivo de dinamizar las fiestas patronales y hacerlas un reclamo para nativos, visitantes y aquellos que un día tuvieron que dejar el hogar y partir a otras tierras. Su presidente, Juan Francisco Molina, cuenta la historia del colectivo.

—Para quien no lo conozca, ¿qué significa la Peña el Tenguerete de Santiago de la Espada?

—La Peña del Tenguerete surge en el año 1979. La conforman un grupo de amigos que por la realidad social de aquellos años tuvieron que partir a otras ciudades de España en busca de oportunidades laborales, de hecho tenemos socios en zonas, como Madrid, Valladolid, Barcelona, entre otras. Dicho grupo de amigos, que coinciden en edad y que se habían criado juntos, deciden crear la peña para revitalizar las fiestas patronales, fechas en las que todos regresan al municipio. Ese sería el germen de la asociación, reunir a aquellos que se marcharon, y también a los que se quedaban, en un mismo colectivo.

—¿A qué hace referencia el nombre de la peña?

—La Peña del Tenguerete, su nombre en sí, es una derivación de lo que era el burladero que conformó la peña allá por 1979. Se puede decir que se constituyó una especie de tablao con dos pies de andamio y unas tablas que tenían poca seguridad. Es por ello que los vecinos comentaban “eso está en tenguerengue” porque parecía que se iba a caer. Esto resultó llamativo y, aunque se barajaron otros nombres, finalmente nos decidimos por este.

—¿Con qué objetivos surge?

—Surge en torno a las fiestas patronales de Santiago de la Espada. Aunque las vacas siempre han estado presentes alrededor de la festividad, a finales de los 70 se estaba diluyendo la dinámica de las fiestas y la peña se forma para revitalizarlas. Se contó con el apoyo del Ayuntamiento y el Tenguerete consigue que se añada un día más de encierros. También se creó un fondo por parte de la peña y se compraron vaquillas para estas jornadas. Tenemos un recuerdo especial de la que fue una las primeras vacas, que apodamos con el nombre La Tenguereta. Resultó que era muy mayor, pero conseguimos, mediante los cuidados de los ganaderos, que tuviera crías que luego resultaron ser de gran calidad. Incluso le tenemos dedicada una poesía.

—¿Cómo ha evolucionado la peña a lo largo del tiempo?

—Tenemos una trayectoria bastante dilatada, de cuarenta años, y en estas décadas hemos pasado por diversas etapas. Sin embargo, los principios básicos que fueron el germen de la asociación siguen totalmente intactos: las ganas de unirse y pasar unos días en familia y amigos es lo que han mantenido a la peña viva.

—¿Que acciones se han desarrollado en estos años?

—Hemos intentado impulsar la cultura del municipio. Se fomentó la creación de un equipo de fútbol que compitió a nivel provincial, verbenas, juegos infantiles y demás actividades que, con la colaboración del resto de vecinos y el Ayuntamiento, han hecho que la peña sea dinamizadora de las fiestas a lo largo de los años.

—¿Todas las iniciativas se hacen en torno de la Purísima?

—Sí. Cabe destacar también que estamos muy vinculados al patrón, Santiago Apóstol. Nuestro 35 aniversario coincidió con la restauración de la imagen y se crearon diversos cultos alrededor de este hecho y fue algo bastante especial para nosotros.

—¿Con cuantos socios cuenta el Tenguerete?

—En la actualidad somos 55 miembros, 35 hombres y 20 mujeres. En el caso de las socias, se incorporaron más tarde. En su origen eran solo hombres y con el paso del tiempo se dio cabida, como no podía ser de otra manera, a las mujeres. Asimismo, tenemos de diversas edades, el más longevo es uno de los fundadores, Antonio Cózar, para nosotros es una personas muy importante y siempre contamos con él en cualquiera de los actos que se organizan, como nuestro decano. Los más jóvenes tienen alrededor de los cincuenta.

—¿Qué ha supuesto la peña para el propio municipio?

—La realidad que hemos notado y que nos ilusiona mucho es ver como la gente más joven veía en la Peña el Tenguerete una forma de integrarse y dar colorido a las fiestas de nuestro municipio. Un ejemplo es la iniciativa que se desarrolla cada comienzo de festejos, que recibe el nombre de Espadazo y en la que este año han participado 34 peñas. Nos hemos convertido en un referente y para nosotros es un gran orgullo.

—¿Qué otras actividades desarrolla El Tenguerete?

—Nuestro papel se asume desde un inicio a iniciativas culturales, tales como exposiciones, competiciones deportivas o verbenas. Hemos ido evolucionando y esta edición hemos ofertado una suelta de carretones de una asociación amiga de la región de Murcia. Traen sus carretones para los más pequeños, algo que ha cosechado un gran éxito y que incluye un concurso de recortes.

—¿El resto del año celebran otras iniciativas y actos?

—No como peña, pero sí que cada vez que llegan unas fiestas, como la Navidad o Semana Santa nos reunimos a modo personal y nos sirve para preparar y organizar las acciones de cara a las fiestas patronales.

—Este año han cumplido cuarenta años como peña. ¿Cómo lo han celebrado?

—Nuestro día grande fue el 16 de agosto. Todos los años aprovechamos la fecha para homenajear a algunos de nuestros socios que pasan a ser jubilados y agradecemos su empeño y trabajo por el colectivo. Esta edición las protagonistas han sido cuatro mujeres. Asimismo, por primera vez, celebramos una cena de convivencia con música, muy emocionante para todos los socios. También se ofreció una consumición a todos aquellos que quisieron acompañarnos en nuestro aniversario.

—Es un año de balance tras cuatro décadas de andadura. Cuando mira atrás, ¿qué recuerdos le vienen a la memoria?

—Son muchos recuerdos y muy emotivos, especialmente para aquellos que ya no están. Durante la celebración también aprovechamos para recordar a aquellos que se han ido a través de un pasodoble que nos interpreta la banda de los Pizarrines de La Puerta de Segura.

—La historia de la peña está unida a los encierros. ¿Cómo se viven esos momentos en las fiestas?

—Aunque lo años van pasando, la ilusión sigue intacta y cada año luchamos para que la tradición siga igual de viva y poder disfrutar de nuestra gente y del entorno tan maravilloso que ofrece Santiago de la Espada.

—¿Qué hace especiales los encierros de Santiago de la Espada?

—Son muy singulares. Los animales vienen totalmente sueltos de ganadería y siempre han sido unos encierros que han llamado la atención de todo el del municipio.

—¿Qué le diría a todos aquellos que se posicionan en contra de este tipo de festejos?

—Entendemos y respetamos todas las posturas, pero sí que me gustaría destacar que los animales están sumamente cuidados, que en Santiago de la Espada no se torean y siempre se tratan con el mayor de los respetos. Además, el ganado bravo tiene este fin en concreto.

—¿Desde cuando es el presidente de la peña y que le hace dar este paso?

—Soy el presidente desde hace casi 17 años. Yo no soy natural del municipio, llegué por motivos laborales y conocí aquí a mi actual mujer. Mi suegro era socio y yo comencé a involucrarme porque me sentía muy identificado con los valores del colectivo hasta que un grupo de socios me propuso y con todo mi orgullo acepté. Han sido casi dos décadas intensas y llena de alegrías, mientras que sigan confiando en mí y la ilusión se mantenga, seguiremos luchando.

—La última, ¿cómo miran al futuro?

—Lo principal es seguir siendo perseverantes con nuestra ilusión y las ganas de hacer de los festejos de Santiago de la Espada un momento único. Somos un ejemplos para los jóvenes y eso nos da fuerza para aportar lo mejor de nosotros.