La Cimbarra en total plenitud

El paraje de La Cimbarra, en el Parque Natural de Despeñaperros, recibe estos días a numerosos visitantes, que acuden atraídos por la espectacularidad de la cascada en plena Sierra Morena

11 mar 2018 / 11:10 H.

Quienes aman la naturaleza, les gusta el senderismo y conocen el paraje de La Cimbarra, en Aldeaquemada, saben que estos días son un verdadero goce para los sentidos y, cuando se les presenta la oportunidad, acuden a llenarse los ojos y las viviencias de ese encanto primigenio que tiene este singular paraje.

“Es impresionante el gran número de personas que viene estos días. Fue poner en Facebook unas fotos de La Cimbarra y no os podéis imaginar la cantidad de gente que acude de muchos sitios, sobre todo de la parte de Ciudad Real. Es tremendo”, recalca Manuel Fernández Vela, alcalde de Aldeaquemada y celador forestal, una profesión de la que ya está prejubilado y a la que ha dedicado los últimos 43 años de su vida y que lo mantiene en contacto permanente con el medio ambiente. Tanto el restaurante de la Piscina, como los establecimientos hosteleros que hay en el pueblo, ven disparadas las reservas de este fin de semana, tanto de particulares, como de autobuses con viajes organizados procedentes de Castilla-La Mancha. “El 60 por ciento de la gente que viene procede de la provincia de Ciudad Real y un 40 por ciento de la de Jaén. Esta estadística se mantiene desde hace tiempo. A la gente de La Mancha le pilla esto muy cerca y, aunque allí tienen parajes precisosos como las Lagunas de Ruidera, las Tablas de Daimiel o el río Mundo, les gusta disfrutar de esta naturaleza de Sierra Morena”, precisa Manuel Fernández Vela. El espectáculo del agua en el término municipal de Aldeaquemada resulta impresionante, porque es muy diferente al que se puede dar en otros lugares. La causa, quizá, es por su privilegiado enclave geográfico, en pleno Parque Natural de Despeñaperros.

La Cimbarra es una cascada del río Guarrizas, a 2 kilómeros al sur de Aldeaquemada. La Junta de Andalucía lo declaró Paraje Natural y tiene una superficie de 534 hectáreas. Este enclave destaca por sus valores geológicos y paisajísticos. El salto de La Cimbarra está en una falla transversal al cauce del río, de 20 metros de altura, en una pared vertical compuesta por cuarcita “armoricana”, una piedra o mineral de gran dureza, formada en el mar hace 500 millones años a comienzos de la Era Primaria.

El alcalde explica así, que el agua sea estos días la protagonista: “Aquí no tenemos suelo, el manto de tierra de todo el término municipal es de 10 o 15 centímetros. Toda la capa, en esta zona de Sierra Morena, está formada por pizarras y cuarcitas y eso hace que el agua no se absorba y discurra por todos lados”. En doce días, en Aldequemada han caído más de 200 litros por metro cuadrado y, como la tierra no puede absorverla, el agua discurre por donde puede, acumulándose en barrancos y todo tipo de cauces, aumentado su caudal del río Guarrizas lo que resulta un espectáculo impresionante y un goce para los sentidos.

“Aquí decimos la expresión, que el suelo ‘escupe’ el agua, porque no puede absorberla. Cuando se dan estas circunstancias, el paisaje cambia al momento. De estar todo seco, ya que se arrastraba una sequía prolongada, ahora el campo está maravilloso. Es una preciosidad. El contraste es grande, ya que no había llovido y, en doce días ha dado un gran cambio. La hierba nueva comenzó a brotar y a llenarlo todo de colorido y de un gran verdor”, subraya Manuel Fernández Vela. Esa especial circunstancia la conocen muchos amantes de la naturaleza más abrupta. Y, como apostilla el alcalde, las fotos y vídeos subidos a Facebook y otras redes sociales, hicieron un efecto llamada inmediato. Seguramente, no era la intención de quienes los colgaron, solo mostrar la belleza y circunstancia del paraje.

La cascada de La Cimbarra recibe visitas en todas las estaciones, tenga mucha o poca agua. El chorreo de visitantes es continuo. Cuando está a tope, como ahora, transmite y contagia alegría, plenitud, relajación y desconexión del mundanal ruido.

Trasladarse a pie a La Cimbarra desde Aldeaquemada, para los senderistas de cualquier edad, resulta un recorrido cómodo, un paseo prácticamente llano y de dificultad mínima.

“Acude mucha gente de municipios con una población considerable, como Valdepeñas o Manzanares, a los que les pilla muy bien desplazarse hasta aquí. Y en verano vienen a la Piscina. También cada vez nos visitan más gente de la provincia de Jaén y de otros puntos de Andalucía”, precisa Manuel Fernández Vela.