La Agüela, por la cueva del Horno
El paraje del Entredicho posee una vegetación muy singular respecto al entorno que lo rodea y que le permite albergar especies de insectos endémicos de la sierra jiennense
A los pies de la cara norte del macizo del Almadén existe un paraje orientado al norte y protegido por la mole rocosa de los Poyos del Tabaco. Se llama el Entredicho y posee una vegetación singular respecto el entorno que lo rodea. Un encinar maduro con ejemplares de gran porte y elevada densidad, junto a un quejigal muy desarrollado y un sotobosque tupido, hacen de este delicioso lugar, un paraje insólito en Sierra Mágina. Custodiando este hermoso lugar, una gran y singular mole rocosa, la llamada Agüela, por su semejanza a una señora mayor ataviada a la antigua usanza.
Para llegar a la base de la misma tomaremos el antiguo camino de Torres a Cambil, la vía pecuaria de la cueva del Horno, que lleva al collado de la Atalaya, conduciendo al abrevadero descansadero de Villanueva. Se inicia en el antiguo vivero, con amplias terrazas abancaladas. En su entorno la choza y fuente del Tío Ratón. Avanzando por el camino la hermosa Fuente de los Canónigos, que se va adentrando por el paraje de la Cueva del Horno, un antiguo asentamiento agropecuario donde se guardaba ganado caprino y se sembraban los bancales existentes. Aquí existe una frondosa ladera con quejigos, fruto del mayor grado de humedad de esta zona. A pocos metros está, la singular Fuente del Pajarillo, con un muy poco caudal, aunque jamás llega a secarse.
Desde esta zona y volviendo la vista se puede apreciar en toda su extensión el Peñón de la Agüela y el porqué de su nombre, volando nuestra imaginación para buscarle la similitud.
Este singular entorno a gran altitud, por encima de 100 metros, abundante vegetación y elevada humedad facilita una entomofauna peculiar como el llamado “Cigarrón”, un saltamontes rechoncho y áptero (sin alas) endémico Eumigus montícola. Destaca otro endemismo de la Península Ibérica muy escaso; es el Duende (Nemoptera bipennis) es un precioso insecto a mitad de camino entre una libélula y una mariposa. Pertenece a uno de los grupos “de bichos” más raros y hermosos. Es endémico de la Península Ibérica. Son carnívoros y devoran ávidamente pequeños insectos.