En Manchester, a su manera

María Martínez siempre quiso vivir la experiencia de pasar una temporada en el extranjero, por ello tomó la oportunidad de marcharse como “au pair”
a Manchester, donde lleva cuatro meses encantada con su decisión

30 dic 2018 / 11:03 H.

Las ganas de vivir la experiencia de vivir en el extranjero siempre estuvieron muy presentes en los deseos de María Martínez. Sin embargo, un pequeño despiste hizo que, mientras cursaba sus estudios de Periodismo en la Universidad de Málaga, se pasara el plazo para solicitar la tan ansiada beca Erasmus, por lo que esa espinita se quedó clavada en su corazón hasta que terminó la carrera. Fue entonces cuando esta villacarrillense tomó una decisión: irse de “au pair”, un trabajo por el que se marchó a Manchester (Reino Unido) y que la llevó a ser acogida temporalmente por una familia a cambio de trabajo, que, en este caso, es cuidar a los hijos de 6 y 9 años de esta.

Antes de dejar atrás su tierra, María Martínez buscó y rebuscó ofertas de trabajo con las que poder sentirse realizada. Sin embargo, la mayoría de ellas surgían en Málaga y, con el sueldo que ofrecían, no podía garantizarse una vida estable que le saliera rentable económicamente. Así que, finalmente, se ató los machos y decidió emprender un camino diferente. A través de una web especializada en trabajos de “au pair”, Martínez se abrió un perfil de demandante y, tras buscar entre varias familias, encontró a su “media naranja”. Hablaron bastante antes de que ambos tomaran la decisión y, en cada charla, Martínez se daba cada vez más cuenta de que encontró a la familia perfecta.

Así, el 28 de agosto, la villacarrillense hizo las maletas, se despidió de su familia y tomó un vuelo que le quitaría, para siempre, esas ganas frustradas de vivir en el extranjero. Cuando llegó, María Martínez afirma que lo pasó “muy mal” durante las primeras semanas. Un sitio nuevo, lejos de su familia y, sobre todo, un idioma que, aunque conocía, no dominaba a la perfección hicieron que estos días Martínez no estuviera del todo feliz con la decisión. Sin embargo, una vez se adaptó a la forma de hablar (que es mucho más rápida de lo que estaba acostumbrada), todo pasó a tener otro matiz. Pronto, cogió el ritmo y se acostumbró a su nueva familia, así como los niños se hicieron a ella. Una de las cosas que más la preocupaban, pues, realmente, su trabajo consiste en cuidarlos y en pasar la gran parte del día con ellos. Ahora, tras cuatro meses conviviendo con ellos, Martínez tiene algo muy claro: ahora son su segunda familia, los Seargent.

Eso sí, a pesar de encontrarse de maravilla junto a ellos, María Martínez no se olvida de su verdadera vocación: ser periodista. Por ello, indica que, tras pasar un año trabajando para los Seargent, comenzará a buscar un empleo que la aproxime a su carrera. “Creo que esto es una experiencia que se puede vivir durante un año, porque es algo de lo que te acabas cansando”, dice. Y, en el caso de que no encuentre un trabajo que le convenza, Martínez tiene un plan B: volver a España para estudiar un máster. Sin embargo, esta idea está un poco más borrosa aún, pues todavía no tiene muy claro a qué máster le gustaría entrar. Por ahora, entre las posibilidades, está el de Emprendedores en Comunicación y Moda, de Sevilla, o algún otro de Madrid que esté alejado del periodismo político, pues confiesa que este no es su terreno. Martínez prefiere algo más cercano, el reporterismo a pie de calle que le acerque a las personas y las historias más auténticas.

Una afición muy cercana a su profesión está en las redes sociales. ¿Su favorita? Instagram. Desde que se marchó a Manchester son muchas las imágenes y selfies que han aparecido en su perfil, ya sean de sus paseos por la ciudad británica como de sus visitas a otros lugares, como Liverpool. De allí, recuerda la foto en una plaza junto a la ribera del río Mersey, donde hay una estatua conmemorativa de Los Beatles.

¿Dónde está el sol?

En Manchester, a las cuatro de la tarde, el atardecer ya ha concluído. Es decir, en la ciudad británica las tardes no se pasan al sol. Esto es una de las cosas que más en falta echa María Martínez, quien dice que “es muy triste” vivir en un lugar donde es de noche tan temprano. Esto se traduce en un horario muy diferente al español, donde las tiendas suelen cerrar entre las cinco y las seis de la tarde y los bares más nocturnos se quedan abiertos solo hasta las dos de la madrugada. A parte de esto, Martínez también extraña los platos tan tradicional de Jaén. “En Manchester la comida es más rápida, son cosas fritas o que se pueden hacer en el microondas. Tipo Subway, fish and chips...”, dice. Por ello, manifiesta que al clima y al frío ya está acostumbrada, pero aún le pesa el no tener por delante un buen plato de lentejas o guisos como los que se hacen en Jaén.

Un inglés de primera

Cuando llegó a Manchester, María Martínez confiesa que su inglés estaba muy por debajo del modo en el que se habla en el país británico. Sin embargo, tras cuatro meses allí asegura que mejoró muchísimo. “A día de hoy me siento súper contenta, porque ya entiendo a mi familia. Aunque lo hago a mí manera, ya que algunas conversaciones me cuestan porque hablan rápido”, comenta. Así, señala que ahora puede mantener conversación en inglés perfectamente, ya que los entiende y ellos la entienden a ella. Para mejorar su nivel en el idioma, Martínez va cada mañana a clases de inglés. Al tener unas horas libres mientras los niños están en el colegio, la villacarrillense aprovecha para prepararse en una academia con el objetivo de conseguir la titulación del B2. “Prefiero ir poco a poco, aunque sé que ahora tengo más nivel”, aclara.

Una experiencia para crecer personalmente y crear recuerdos que siempre tendrá consigo
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Puede que, al principio, pareciese duro, pero nunca se arrepentirá de haber tomado la decisión de irse a Manchester de “au pair”. De hecho, María Martínez aconseja a todos que prueben la experiencia, pues es algo que “te hace crecer personalmente, porque te vas fuera y te ayuda a valorar lo que tenías, así como la vida tan diferente que hay fuera de España”. La villacarrillense seña que, aunque fuera no tiene ni familia ni amigos, se fue para abrir su mente y crecer. Y apunta que hay que ir sin miedo, pues una vez allí se puede conocer a gente, “quizás no sean para toda la vida, pero están contigo”, expone. Asimismo, hace una comparación con la experiencia de los Erasmus, pues para los “au pair” también hay redes sociales que ponen en contacto a las personas que se dedican a este trabajo. En su caso, María Martínez consiguió contactar con otras seis españolas que, hoy día, son sus amigas. Cada una están en pueblos diferentes, pero “solo a veinte minutos de distancia en coche”. Además, comenta que conoció a dos andaluces, un sevillano y una gaditana.

sus nuevas amigas
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Aunque esté lejos de casa, María Martínez celebró la Navidad con su nueva familia en Manchester: un grupo de amigas que conoció a través de la red “au pair” de la ciudad. Este día fue el encendido de luces y la apertura del mercado navideño. Para celebrarlo, se reunieron por la mañana para comer y pasar todo el día juntas.

La belleza de liverpool
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En el Museo de Liverpool, situado William Brown Street, se pueden ver cuadros u objetos que representan las costumbres de los pobladores de Liverpool. Este fue el primer museo que visitó en la ciudad británica, un lugar que le causó gran impresión. En este viaje Martínez estuvo, además acompañada de Alba, una amiga.

Chester, en el corazón
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Chester es un pueblo pequeño que se puede ver en un día, sin embargo cautivó el corazón de Martínez. Sus calles, museos, iglesias y monumentos son “una pasada”. Uno de los lugares mágicos que mejor recuerda es el Grosvenor Bridge, que se eleva sobre un canal donde hay un camino precioso para pasear junto al sonido del agua.

SU MEJOR FOTOgrafía
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Los Beatles son uno de los símbolos más importantes de Liverpool. Allí, en una enorme plaza, frente a un río, hay una estatua conmemorativa del grupo británico y Martínez no pudo evitar hacerse una foto con ellos. A 5 minutos, se encuentra el Museo de Los Beatles. Es zona muy cultural y rodeada de bares con buen ambiente.