El olivar deja de ser peligroso

La Junta suspende de forma temporal la recogida nocturna de aceituna en campos superintensivos mediante cosechadoras hasta determinar si existe afección para las aves que habitan en invierno

03 nov 2019 / 16:45 H.

Se acabaron los jornales nocturnos con cosechadoras, al menos, por el momento. La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía acordó, hace tan solo unas semanas, dictar una resolución mediante la cual suspende cautelarmente y de forma temporal la recogida nocturna de la aceituna en olivares superintensivos mediante cosechadoras cabalgantes.

El objetivo de esta decisión es determinar si existe o no afección para las aves silvestres y, en su caso, las posibles medidas correctoras. La medida se adopta hasta que concluya el desarrollo de los estudios encargados por la consejería al Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa) que permitan conocer con rigor y exactitud la biología y ecología del sistema del olivar en seto y las aves que lo habitan, así como los posibles efectos que la recolección nocturna mecanizada pudieran tener sobre las aves migratorias. El estudio multidisciplinar encargado por la Consejería persigue llegar a una “evaluación veraz e independiente" acerca de la afección de estas máquinas sobre la avifauna. De esta forma, según publica el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la resolución de la Dirección General de Medio Natural, Biodiversidad y Espacios Protegidos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, se suspende en la temporada 2019-2020 —desde el pasado 16 de octubre y hasta el 1 de mayo de 2020— la recogida nocturna de aceituna en olivares superintensivos por posible daño a las aves silvestres, y se contempla la realización de 146 inspecciones en las ocho provincias andaluzas. Este medio se ha puesto en contacto con Ifapa a través del cual ha sabido que “los trabajos de campo se van a iniciar a lo largo de la próxima semana, de forma confidencial, y se publicarán a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible”.

La medida que ha sido muy bien recibida por los colectivos de agricultores, concretamente por Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía. En el caso de UPA Jaén, a través de su secretario general, Cristóbal Cano, manifiestan “su apoyo” a esta decisión. “Estamos completamente a favor de esta suspensión, así lo expuse en el grupo de diálogo civil de Bruselas el pasado mes de junio cuando debatimos el asunto”, mantiene Cano. El amparo a esta medida viene dada porque consideran que todo aquello que “ponga en duda la buena imagen de las prácticas agrícolas del olivar, independientemente de las forma en la que se haga, debe de ser suspendido”. “Tenemos que seguir en la línea en la que llevamos muchos años los agricultores y mandar un mensaje a la sociedad en el que quede claro que, además de producir un alimento seguro y sano para el consumidor, también somos responsable con el medio ambiente, algo de lo que no puede existir ninguna duda, por lo que si hay algunas prácticas mejorables tenemos que abordarlas”.

El asunto incluso ha sobrepasado las fronteras y los medios británico se hacían eco, hace tan solo unos meses, de que el aceite de oliva que se vende en los supermercados de la isla y que procede de Italia, España y Francia implica la muerte de millones de pájaros. Todo ello vino a colación de la publicación de un informe en el que se concluía que “es un problema real, actual y de graves repercusiones ambientales, que trascienden los límites geográficos andaluces y nacionales, afectando a valores ambientales de diversos países del ámbito de la Unión Europea”. De la misma manera, Cano y el resto de organizaciones se mantienen a la espera de los resultados del estudio de Ifapa para conocer el alcance “real” de estas prácticas.

Por su parte, los ecologistas toman esta decisión como “un triunfo”. Según detallan desde Ecologistas en Acción, “el pasado 11 de enero de 2018, en sesión ordinaria del Consejo provincial de Medio Ambiente y Biodiversidad de la provincia de Córdoba, Ecologistas en Acción, quienes pusieron de manifiesto la situación de las aves en la región, presentaba una denuncia sobre el tema, que fue aprobada mediante un acuerdo para que se investigase y tomasen medidas al respecto”. A partir de ahí, la Consejería realizó un informe donde se valoraba el impacto y que dio como resultado que solo en Andalucía, podrían estar afectando al menos a 2.600.000 aves, todas protegidas y con graves repercusiones ambientales”. Según especifican en el informe: las infracciones quedan tipificadas como graves, según las leyes europeas y los incumplimientos a esta norma, ya traspuesta al ordenamiento jurídico español, no solo conllevan infracciones de índole administrativo, sino que tienen peso específico en la afección a pagos de la PAC. Además puede incurrir en ilícitos penales, especialmente con concurso de delitos de varios tipos penales, contra la fauna y contra la propia salud pública.

Es por ello que consideran que la mejor opción para poner fin al problema es que “se prohiba la cosecha de olivar en superintensivo durante horas nocturnas”, lo cual impediría que las aves migratorias sean capturadas bajo la acción de los focos. De esta forma se daría cumplimiento al artículo 7 de la citada Ley 8/2003 del 28 de octubre de conservación de la flora y fauna silvestres, así como a la Directiva de Aves 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 30 de noviembre de 2009 relativa a la conservación de las aves silvestres.

El informe del colectivo ecologista detalla la situación de las aves. En los meses de agosto y finales de noviembre, varios millones de aves migratorias europeas, principalmente de Francia, Holanda, Bélgica, Alemania y Escandinavia y, en menor medida, de Reino Unido y países bálticos, llegan a Andalucía para pasar el invierno o bien hacen parada aquí en su viaje hasta el continente africano. Una buena parte de este contingente se refugia en setos para dormir y pasar la noche, lo que supone un “momento delicado” en la vida de estas aves al estar vulnerables a numerosas variables ambientales, razón por la que se ha querido garantizar su protección legal durante esta fase. Asimismo, destacan que, al caer la noche, las aves que llegan de la migración se refugian a dormir en los setos de olivar superintensivo y es entonces cuando las cosechadoras, equipadas con potentes focos de luz, se colocan por encima de los setos para cosecharlos, depositando los materiales colectados sobre el remolque que llevan adosado. Es ahí donde se pueden encontrar los cadáveres de aves amontonados entre la aceituna.

“Hay que tener en cuenta que las aves están protegidas por lo que se están cometiendo infracciones sumamente graves que se recogen en el informe, al igual que la postura del colectivo, desde el que apostamos por la prohibición de estas prácticas, medida que está avalada por el primer informe de la Junta de Andalucía, aunque estamos a la espera del nuevo estudio que nos aporte datos más precioso”, declara Javier Ramírez, portavoz de Ecologistas en Acción en Jaén, que añade: “Para nosotros está totalmente claro, las aves están en grave peligro de mantenerse la recogida de estas características”. A pesar de ello, se trata de un problema que no afecta tanto a la provincia jiennense pues la producción superintensiva no es tan corriente como en otras provincias andaluzas, aunque también afecta a otros cultivos como el almendro.

Es por ello que los colectivos ecologistas, amparándose en la ley, piden que se acabe totalmente con esta situación que afecta a numerosas especies que poblan la región durante los meses de invierno y, además, se encuentra protegidas.

Sí a las cosechadoras, pero durante el día

El peligro están en la oscuridad. Según el informe que presentó Ecologistas en Acción, las cosechadoras de superintensivo que laborean durante el día, no supone un impacto negativo en las aves. El problema surge cuando se realiza durante horas sin luz solar, cuando estos importantes contingentes de aves se encuentran dormidas y vulnerables en los setos de olivar que son cosechados, sin margen alguno para poder escapar. Además, al estar ayudados de focos y faros de luz, lo que ciega a las aves, se les impide totalmente su escape. Por esta razón, la normativa andaluza y nacional “prohibe terminantemente utilizar focos de luz en horas nocturnas para la caza de pequeñas aves, a tenor de su enorme vulnerabilidad en estas condiciones”.