Apoyo a Nicaragüa en el exilio

Una asociación nicaragüense apoya a compatriotas que actualmente residen en España tras dejar su tierra ante lo que consideran un régimen represivo del presidente Daniel Ortega

16 feb 2020 / 16:47 H.

El exilio es una situación complicada para quien la sufre. La lejanía desde la que se ve el país de origen aplica un componente nostálgico, pero a la vez de dolor por estar lejos de unos familiares que, al mismo tiempo, viven un momento difícil.

Eso es lo que aseguran los miembros de la asociación “Nicaraguans for Justice Security and Prosperity”, que en estos momentos se encuentran en España para dar a conocer su proyecto para los 35.000 compatriotas que abandonaron su tierra para residir en nuestro país. “La represión que ejerce el régimen dictatorial de Daniel Ortega”, asegura el presidente del colectivo, Rafael Estrada.

La medida principal que está adoptando esta asociación es dar una ayuda económica de 200 euros a las familias nicaragüenses que han solicitado dicha ayuda. “También hacemos conferencias y estamos manteniendo contactos con congresistas de EEUU para implantar unas elecciones libres en nuestro país”, señala el presidente del colectivo.

Desde la asociación se señala que la mayor comunidad de nicaragüenses se encuentra en Zaragoza, con alrededor de 9.000 personas. Después de estar en Madrid, el colectivo visitó la ciudad maña al día siguiente para impartir una conferencia en el restaurante “Valió la pena”. “De momento, vamos a apoyar económicamente a 20 familias y esperamos que, en el mes siguiente, ayudemos a otra veintena”, destaca el responsable de la asociación.

En Zaragoza estuvieron en la cafetería “Valió la pena”. Allí conocieron el caso de Debbie Mendieta emigró a España junto a sus tres hijas, entre ellas dos menores de edad, en agosto del año anterior, cansada del asedio y las amenazas por parte de simpatizantes del partido de gobierno en la ciudad de Carazo. “La decisión de emigrar y solicitar exilio fue la decisión más drástica que he tomado en mi vida, dejé atrás mi casa y mi empleo por la seguridad de mi familia”, afirmó Mendieta.

La nicaragüense exiliada narró que, en su país, cualquier persona que simpatice con el partido gobernante, te denuncia únicamente por el hecho de ser opositor o por haber participado de las protestas.

“Entraron a mi casa, intentaron violarme, estaba sola y al mismo tiempo estaban deteniendo a mi hija en la universidad, luego de eso dije que no iba a esperar ni un minuto más y viajamos para España”, expresó Mendieta. Esta exiliada quiso mostrar una nota positiva a todos los presentes: “Me siento muy contenta de que la fundación este apoyando a los exiliados, solo el hecho de que nos escuchen y que podamos desahogarnos, expresar nuestra inconformidad en relación a lo que sucede en Nicaragua, cosa que allí no podíamos hacer, me siento mejor, y espero que sigan apoyando a los nicaragüenses exiliados”, dijo Mendieta, una madre soltera quien emigró hace cinco meses con sus tres hijas de ocho, diez y diecinueve años.

Por su parte, Marvin Marenco huyó de Nicaragua el pasado 27 de marzo de 2019 por la situación económica y cansado del asedio por parte de sujetos y por la razón de ser opositor al gobierno. “Estamos agradecidos, recibimos con beneplácito la ayuda que nos está brindando la fundación norteamericana porque con esa ayuda vamos a mermar un poco la dificultas económicas que estamos pasando aquí, al ser un país distintos es más complicado”, aseguró Marenco.

Desde España, esta asociación impulsa esta acción desde la distancia para conseguir un país sin violencia. “Vaciaron los fondos de la ayuda social; hace poco nos informaron de que los individuos de Ortega mataron a seis personas de una comunidad indígena; otras diez siguen desaparecidas”, señala el presidente del colectivo.

Esta asociación ha convertido el exilio en medio de lucha para alcanzar unas elecciones en una Nicaragua sometida a la crispación y al enfrentamiento constante.