“Y el invierno, ¿dónde está?”
Los jiennenses, asombrados por unos días cálidos impropios de estas fechas
Una pregunta habitual en estos últimos días es: “No hace frío, más bien calor, ¿verdad?” Los cambios de temperatura empiezan a ser una tónica habitual y los abrigos se convierten en otro objeto de carga más cuando llega el mediodía. “No sabes qué ponerte, por la mañana hace frío y cuando pasan tres horas, ya te lo tienes que quitar”, afirma Álvaro Nogales a las puertas del IES Virgen del Carmen. Este joven jiennense tenía puesto un chaquetón, mientras que su compañero José Luis López, vestía camiseta y pantalón cortos. “Cuando he llegado a clase a tercera hora, no hacía apenas frío”, señala López.
Hacia el mediodía empiezan a sobrar varias capas de ropa. “Cuando vas al trabajo hace fresco, pero cuando sales hace mucha calor”, asegura Cristina Medina. Pero este buen tiempo tiene también su parte positiva. No son pocos los que deciden salirse a una terraza a comer o, simplemente, tomarse una cerveza o un refresco. Es el caso de Sergio Domínguez y Alicia Pineda, que disfrutan del sol mientras comían en una terraza de la plaza de la Constitución. “El año pasado por estas fechas ni me atrevía a salir en manga corta, como estoy ahora”, destaca Domínguez. Pero también hay quien va más allá. “Puedes ir incluso a la playa y da gusto ver a mucha gente en manga corta en febrero”, afirma Pineda.
Estos días de sol no solo invitan a salir, también a comprar y ahora que el periodo de rebajas se acerca a su fin, la ocasión lo requiere. “La gente ve que hace sol y sale a comprar; además que aprovechan para adquirir prendas de temporada”, asegura Lourdes Valero, quien añade: “Aunque hemos tenido pocos días de frío, se han vendido muchos abrigos”.
Pero hay quien recuerda otros meses de febrero parecidos al actual. “Yo recuerdo un 28 de febrero estar en manga corta, creo que no es una situación nueva”, destaca Nuria Ramírez al salir del trabajo abrigo en mano.
En cambio, estas temperaturas tienen su parte negativa. Cada vez es más visible y evidente el efecto del cambio climático y, a parte de reflejarse en las cosechas, por ejemplo, también se aprecia en la sensación térmica. “Es verdad que con este tiempo no apetece estar mucho en casa, pero también se hace más palpable la presencia del cambio climático”, apunta Marta Piedra, granadina que lleva trabajando en la ciudad desde hace varios años.
No cabe duda de que este invierno ha sido atípico, en todos los sentidos, en cuanto a las temperaturas se refiere. La primavera se está adelantando y el tiempo dirá si el verano llega también antes.