Vertidos fecales en la Comisaría

Los sindicatos denuncian “las graves deficiencias y la insalubridad” del edificio

11 oct 2016 / 11:19 H.

Aguas fecales desbordadas, mínimas condiciones de higiene y un olor insoportable. Así está la Comisaría desde hace casi 15 días. Los dos principales sindicatos de la Policía Nacional —el SUP y la CEP— así lo han denunciado a través de un comunicado en el que ponen de manifiesto las condiciones de “insalubridad” en las que están trabajando los agentes y que también sufre cualquier ciudadano que, por ejemplo, acude a las dependencias policiales a interponer una denuncia. “Es algo lamentable. Así no hay quien trabaje”, explica Javier Ortiz, secretario provincial del Sindicato Unificado de Policía. “Necesitamos una solución urgente”, remarca el máximo responsable de la Confederación Española de la Policía en Jaén, Raúl Egea. Entre ambos colectivos representan a más del 80 por ciento de los funcionarios que desempeñan su labor en la provincia.

La situación en el viejo caserón de la calle Arquitecto Berges es ya insoportable. El edificio, que fue construido a principio de la década de los cincuenta del pasado siglo, presenta innumerables problemas. Los más acuciantes se encuentran en la red subterránea de desagües. Hace unos diez días, comenzaron los problemas. Se atascó uno de los baños. Por el inodoro comenzaron a salir aguas fecales. El aseo quedó completamente inutilizado y tuvo que ser cerrado. En ese momento, el comisario jefe, Jesús Herranz, comunicó los problemas surgidos en el inmueble a la Dirección General de Infraestructuras del Ministerio del Interior. No ha sido la única notificación, tanto por escrito como de carácter verbal firmada por el máximo responsable de la Policía en la provincia, tal y como explican los sindicatos denunciantes. “Hasta la fecha, no se ha solucionado el problema”, afirman el SUP y la CEP en el comunicado.

Y lo peor es que la situación se ha ido agravando. Las deficiencias se han expandido por todo el edificio y el atranque de las tuberías es generalizado. De hecho, solo dos de los diez aseos con los que cuenta el edificio están abiertos. Todos los demás están inutilizados. Se da la circunstancia de que los policías y el resto de personal tienen que utilizar los baños destinados a los detenidos: “Exigimos una solución inmediata y sin demora”, añaden.

El problema es que el edificio es tan antiguo que no se encuentran ni los planos en los que se reflejan los lugares por los que discurren las tuberías. Por eso, el arreglo puede suponer la realización de obras de cierta envergadura: “Creemos que, en los próximos días, se podrán acometer los trabajos”, aseguran fuentes oficiales de la Comisaría.

FALTA DE PERSONAL. Los dos sindicatos mayoritarios aprovechan, igualmente, para volver a demandar un aumento de la plantilla destinada a la provincia. El SUP y la CEP aclaran que existe una preocupante pérdida de agentes debido a que no se cubren las vacantes producidas por jubilaciones. Esa circunstancia, unida a la entrada en vigor de la nueva jornada laboral y a la inexistencia de un módulo hospitalario para la custodia de presos y detenidos, hacen que sea prácticamente imposible cubrir determinados servicios. La semana pasada, la Unión Federal de Policía (UFP) también denunció esta situación, de la que responsabilizó directamente al comisario. Llegó a hablar de “caos organizativo” y puso sobre la mesa la posibilidad de pedir el cese de Jesús Herranz. El SUP y la CEP exculpan al jefe y apuntan directamente a la Dirección General y reclaman la creación de una Unidad de Prevención y Reacción —una especie de antidisturbios—. Con respecto al módulo hospitalario, está previsto que, el próximo jueves, haya una reunión entre el Gobierno y la Junta de Andalucía para tratar de ponerlo en marcha.