Vaticinan un 31,2% menos de producción de aceite

La Comisión Europea prevé que baje con respecto a campañas anteriores

27 ene 2020 / 12:02 H.
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Un notable descenso. Eso es lo que la Comisión Europea prevé que ocurra con la producción de aceite de oliva en la Unión Europea, según las últimas estimaciones de la entidad. En este sentido, indican que esta producción será de 1.982.500 toneladas esta campaña 2019/20, frente a las 2.263.700 de toneladas que se recogieron en la temporada anterior, es decir, un 12,4% menos.

En España, en concreto, Bruselas señala que la producción será de 1.230.000 toneladas, lo que supone un 31,2% menos que en la campaña 2018/2019, cuando fueron 1.789.900. No obstante, si se mira el resto de países, se puede apreciar que en Italia son 321.500 toneladas, un 85,1 por ciento más, al igual que en Grecia (290.000) y Portugal, en 123.500 (+23,1%).

En cuanto al comercio, la Comisión Europea indica que las exportaciones descenderán un 10,9% y que de las 1.472.600 toneladas, 566.500 se dirigirán a terceros países (-12,5%) y 906.100 serán intracomunitarias (-9,8%).

VALORACIÓN. Pero, ¿a qué se debe que las previsiones sean tan bajas? Lo cierto es que es una pregunta compleja, en la que existen muchas variantes y condiciones.

Los olivos, como cualquier ser vivo, necesitan una serie de condiciones para que florezcan y tengan un desarrollo vegetativo adecuado. En este sentido, tienen un papel muy importante las lluvias y las diferentes enfermedades y plagas que puedan asolar el terreno en el que se encuentran. Así lo refleja el Boletín Fitosanitario Final de la campaña 2019 de recolección de aceituna, elaborado por la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF). Precisamente, este colectivo indica, en su informe, que esta temporada se caracterizó por una baja actividad vegetativa del cultivo y un menor número de flores. ¿Por qué? Básicamente porque, aunque parezca que llovió mucho, lo cierto es que no fue así. En Jaén, por ejemplo, la precipitación acumulada durante el año agrícola bajó con respecto a campañas pasadas, de 550 litros por metro cuadrado a 421,53.

Esto hizo que el desarrollo vegetativo evolucionase de una forma más lenta en la provincia. De hecho, son varias las fases o estados por los que pasa un olivo y, en la mayoría, Jaén es donde más atrasada fue: tanto en la formación de inflorescencias, como en la floración y el envero-amarilleo. Asimismo, el balance indica que la recolección del fruto comenzó a lo largo del mes de noviembre, junto con Córdoba.

Por otro lado, son diferentes las plagas que afectaron, durante este tiempo, al olivar. Una de ellas, por ejemplo, fue la mosca del olivo, cuyo nombre científico es Bactrocera oleae. De hecho, la provincia es una de las que más valores de capturas tuvo, con un 8,90 por ciento de moscas por trampa y cada día. No obstante, su presencia también tuvo un lado negativo, puesto que Jaén fue el segundo territorio en que más picadas totales tuvo, con un 14,95%. Los tratamientos fueron aéreos.

Otro de los insectos que estuvo presente en la provincia, pero con el índice más bajo, fue la polilla del olivo, con un valor medio de 17,14% de frutos con prays vivo. También se registró la presencia del abichado del olivo, la cochinilla violeta y el barrenillo de mismo árbol.

En cuanto a las enfermedades que sufrió el árbol en la campaña 2018-2019, destaca el repilo, que es la más importante. Jaén, por suerte, fue de las provincias que registró el índice de presencia más bajo.

Jaén