Un aplauso original colmado de cariño

Gestos. María Expósito quería tener un detalle con aquellos que se encargan de custodiar los barrios durante estos días de aislamiento, los barrenderos y basureros. Tras toda una tarde de trabajo, el resultado fue un dibujo que dejó en uno de los basureros para que los trabajadores lo vieran. “A ratos se asomaba para que nadie se lo quitara y llegara a sus destinatarios”, relata María Díaz, madre de la pequeña de trece años que consiguió alegrar la jornada a otro grupo de héroes jiennenses.

No es la única, en el caso de Desiré Sánchez, una pequeña de ocho años de Puente de Génave, se asomaba por la ventana de casa y veía a los profesionales que recogen la basura hasta que un día le preguntó a su padre el motivo por el que ellos sí salían de casa. Cuando descubrió que son esenciales para mantener las calles limpias se dijo: Si a los médicos les aplaudían que por qué a ellos no. Así que decidió que tenía que hacer algo. La decisión fue dejarles un dibujo como forma de agradecimiento por tan importante labor.