Terapias contra el alzhéimer

La asociación Conde García refuerza sus servicios de prevención y asistencia neuropsicológica con el apoyo de Fundación La Caixa

29 dic 2021 / 19:35 H.
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La Asociación Alzhéimer y Demencias Afines Conde García, de Linares, pone en marcha con el patrocinio de Fundación La Caixa un proyecto orientado a consolidar la nueva normalidad en las terapias no farmacológicas, en el actual escenario de la pandemia, que practican sus usuarios. El apoyo económico es de casi 15.000 euros y permite la asistencia neuropsicológica a personas diagnosticadas de alzhéimer y otras demencias, en Linares y su comarca. “El proyecto tiene la finalidad de mejorar la vida de estas personas y, en concreto, a aquellas que se encuentran en fase inicial y en fase leve-moderada de la enfermedad”, explica Ángela García Cañete, presidenta de la asociación Conde García. “Con estas terapias se potencian sus capacidades intelectuales, emocionales, sociales y también físicas, de forma integral, además de proporcionar a las personas que les cuidan un asesoramiento especializado y el tiempo que es necesario para realizar las tareas y, por supuesto, su descanso personal”, añade.

¿Qué supone para la asociación un convenio de colaboración como este? “Principalmente nos da una tranquilidad enorme, porque cada año nuestro reto es siempre conseguir los recursos económicos necesarios. Que La Caixa tenga a bien financiar estos proyectos nos da la garantía de poder seguir trabajando; llevamos 22 años en esta tarea y no recuerdo ninguno en que no hayamos tenidos el apoyo de La Caixa”, responde. La asociación Conde García tiene unos 300 socios y 120 personas usuarias de sus recursos. La importancia del proyecto estriba en consolidar esa nueva normalidad impuesta por la pandemia en determinadas rutinas diarias, que son ya hábitos higiénico-sanitarios, protocolos de prevención y desinfección diaria de instalaciones. “El nivel de adaptación de nuestros usuarios es muy bueno; trabajamos con todos los perfiles y la mayoría de ellos comprenden esta situación, que han asumido con tranquilidad”, relata Ángela García. “Con las terapias pretendemos que estén el mayor tiempo posible en sus hogares, y se intenta ralentizar el avance de la enfermedad, aunque cuando llega a una fase determinada, la media, nosotros ya no somos recurso”, valora.

Ángela García aclara que aunque habitualmente se dice que el factor de riesgo es la edad, un 10% de los diagnosticados tiene menos de 65 años. En las asociaciones andaluzas, las que mejor conoce, se trabaja habitualmente con un perfil de usuarios de esa edad. La asociación tiene un local cedido por el Ayuntamiento, sede de su centro terapéutico, y está declarada como de interés público.

Trabajan 14 profesionales para ocuparse de los usuarios, entre auxiliares, fisioterapeutas, trabajadoras sociales, sicólogas y limpiadora, que tiene un papel fundamental. Ángela García identifica, igualmente, determinadas necesidades perentorias para conseguir el objetivo fundamental, atender y apoyar a los usuarios y a sus familias.

Les urge ampliar el centro terapéutico, que se les ha quedado pequeño y está saturado. “No da para más y hemos tenido que suprimir alguna actividad no esencial, como peluquería, para dar más cabida a las terapias”, precisa.

Jaén