“Rezaba para que no me afectara a los pulmones”

El periodista Javier López se recupera en casa del contagio por coronavirus

31 mar 2020 / 13:11 H.
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Lo habitual es que un periodista se dedique a relatar a la gente lo que le pasa a la gente y, salvo en contadas ocasiones, nunca puede ser él el protagonista. Hay excepciones y en este relato informativo aparece una de ellas. Se trata de Javier López, corresponsal de “Abc”, quien, con unos cuantos kilos menos y con el cansancio en el cuerpo, puede cantar victoria. Ha vencido al coronavirus.

Su historia comenzó hace más de quince días, cuando empezó a notar un fuerte dolor de cabeza y algo de fiebre. El malestar fue progresivo, con síntomas que se sumaron hasta completar todos los que aparecen en el manual médico del covid-19. Sin gusto y sin olfato, con el estómago cerrado y las diarreas propias del virus, no dudó en llamar tanto a Salud Responde como a los saturados teléfonos habilitados para la ocasión. “Dos días estuve esperando que me contestaran, pero los excuso porque entiendo que todo el mundo estaba como yo”, expone.

Fue entonces cuando decidió ir a su centro de salud. No hizo falta realizarse test alguno. Su médico supo nada más verle que estaba contagiado por coronavirus y que, aparte de tomar paracetamol, la receta no era otra que aislarse en su vivienda. Así lo hizo. “Los médicos me llamaban continuamente, estoy muy agradecido por el trato”, subraya. Los primeros días fueron algo parecido a un infierno. “No podía dar buenas noticias”, dice. Añade: “Lo único que podía hacer es rezar para que no me afectara a los pulmones”. El periodista, convertido ahora en noticia y esperanza para quienes se encuentran en una situación parecida, empezó a sentirse con ánimo a los ocho días de empezar con el “suplicio”. Fue entonces cuando comenzó a tener algo de actividad en su casa y, eso sí, a contestar a las múltiples llamadas de teléfono de amigos y familiares, a quienes agradece enormemente el cariño recibido en estos duros momentos. Fue hace cuatro días cuando dejó de tener fiebre y, aunque la tos costará que se vaya por completo, Javier López está preparado para dar guerra, como siempre lo hizo, porque se trata de un periodista curtido en mil y batallas con la palabra como principal arma. El teletrabajo se impone como modo de vida en unos días que se eternizan por culpa de una soledad que se hace necesaria para frenar las temibles cifras de contagios. Su mensaje para quienes atraviesan en estos momentos una situación similar es claro: “Cuando uno está enfermo, uno no busca culpables, sino una vacuna. Lo importante es estar todos a una, sin engaños, lo del confinamiento está muy bien, si son creyentes como yo, que recen”. Añade: “Estoy convencido de que hay casos graves que se pueden curar, aunque la mayoría son con síntomas leves, pero desde aquí les pido que nunca se abatan, que tengan fuerza mental y anímica, que se rodeen por redes de su familia y de amigos y que luchen”, indica este periodista.

Asegura que la experiencia sirve como enriquecimiento personal: “Una experiencia tan desoladora puede tener un aspecto positivo, ser fuertes y estar unidos. He podido hacer un examen de conciencia de mi propia vida, estoy satisfecho, lo que me ha dado tranquilidad”, expone. E insiste: “No hay que perder la lucha y el combate, por muy débil y muy mal que estés. No todo está perdido”. En su voz se percibe que hay optimismo y humor, lo que demuestra que el coronavirus está superado.

Jaén