Regantes piden solución a la venta de excedente energético

Son alrededor de mil regantes, pertenecen a los términos de Jaén, Mengíbar y Cazalilla y, después de apostar por el uso de las energías renovables en sus cultivos, se ven en un callejón sin salida. Propietarios de una planta fotovoltaica para abastecer a sus regadíos, se encuentran con un problema que se traduce en pérdidas económicas: la necesidad de vender el excedente energético. Piden una solución urgente y, sobre todo, un interlocutor para remediar tanta traba burocrática.

La Comunidad de Regantes Santa María Magdalena estima que las pérdidas por las dificultades para comercializar la energía solar que no consumen rozan los dos millones de euros. El presidente, Eduardo Díaz, asegura que el agujero ronda los 6.000 euros diarios desde hace diez meses.

Los regantes alertan de que estos excedentes suelen ser aprovechados por las compañías eléctricas, que llegan a vender esta energía a más de 700 euros/MWh. De esta forma, culpan a estas compañías de ser “opacas en la gestión” y de ralentizar los trámites necesarios para comercializar lo sobrante, de tal forma que lamentan que tanto la distribuidora como el operador del sistema sólo atiendan sus reclamaciones por correo electrónico o a través de la web.

Desde la comunidad recuerdan que en 2021 la facturación media escaló por encima de los 930.000 euros, achacable a la subida de los precios. En este sentido, en línea con la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore), los afectados defienden una reducción de las tarifas eléctricas e insisten en que se aplique la doble potencia en el sector agrario, tal y como se recoge en la Ley para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria. Asimismo, también piden un tipo de IVA reducido para suministros de riego, lo que según los cálculos de Fenacore podría abaratar la factura en torno a un 30%.

Recientemente, la Comunidad de Regantes Santa María Magdalena ha trasladado a Fenacore el problema que tienen a la hora de vender los excedentes de energía de sus plantas fotovoltaicas, al no usarla durante el periodo de no riego. El colectivo nacional analiza, en este momento, si hay más casos en los que las comercializadoras eléctricas estén tomando esa energía y no la están retribuyendo como deberían.

Eduardo Díaz subraya: “Esta situación excede del tema meramente administrativo, ya que cuando se realizó la inversión para instalar la planta fotovoltaica se contempló la venta de excedentes, además del propio autoconsumo. Las eléctricas deberían de compensarnos y, si no nos pagan la energía, al menos que no se la cobren a los usuarios”.

El secretario de esta comunidad, Miguel Medina, dice que son más de mil los agricultores jiennenses que están afectados por la paralización de la comercialización de la energía que producen en sus explotaciones, la mayoría de olivar, y que no tienen capacidad para consumir. Indica que la inversión en la planta fue de 4,3 millones de euros, a través de un préstamo con Caja Rural, que tendrán que pagar en 25 años.