Producir aceite es algo más barato que hace diez años

La comercialización del aceite de oliva ha cambiado mucho en la última década. Un hecho que ha provocado que también se modifique el modo de producirlo, lo que ocasiona que el oro líquido cueste elaborarlo 2,49 euros por kilo, de media, mientras que hace diez años estaba fijado en 2,73, según la última actualización del estudio “Aproximación a los Costes del Cultivo del Olivo”, hecho por la Asociación de Municipios del Olivo (AEMO). Un análisis del mercado en el que se ha tenido en cuenta los progresos ocasionados en el campo durante la última década.

Así, la publicación clasifica los sistemas de cultivo y los distingue entre olivar tradicional no mecanizable; olivar tradicional mecanizable; olivar intensivo y superintensivo, diferenciando a su vez entre secano y regadío. Según cada sistema se establecen las mediciones de las seis tareas consideradas como principales: poda, mantenimiento del suelo, fertilización, plagas y enfermedades, riego y recolección. Posteriormente, analizando junto a los precios unitarios, se obtiene el precio de obtención de un kilo de aceite en cada sistema. De esta manera, si se tiene en cuenta la distribución de la superficie del olivar español en cada tipología y se realiza una media ponderada del gasto, resulta que, de media, producir un kilo de aceite de oliva en España tiene un coste de 2,49 euros. Aunque dependiendo del sistema de cultivo, el valor aumenta o disminuye. En este sentido, el más caro de producir está en el olivar tradicional no mecanizable, con 3,52 euros. Tras él se encuentra el olivar tradicional mecanizable de secano, 2,64; olivar tradicional mecanizable de regadío, 2,18; olivar intensivo de secano, 1,9; olivar intensivo de regadío, 1,6, y el superintensivo, 1,49 euros.

Con este análisis se puede observar que el valor de producir un kilo de aceite de oliva es más caro que el precio de venta, que actualmente se encuentra por debajo de los dos euros. Un problema que afecta principalmente a la provincia jiennense, puesto que su principal sistema de cultivo es el olivar tradicional, aunque con la bajada del valor con respecto al último estudio de la AEMO, donde indicaba que elaborar el óleo costaba 2,73 euros, se ve que ha cambiado el modelo de cultivo hacia un olivar más intensivo, donde elaborar el oro líquido sale más barato y los beneficios son mayores.

La crisis de precios en el campo se agrava más después de ver que los olivares tradicionales, tanto mecanizables como no mecanizables, suponen más del 71% de la superficie cultivada en España. Ante esta circunstancia, el estudio entiende que solo caben tres soluciones: el aumento del precio del aceite mediante la promoción y aumento de la demanda, la reducción de los costes optimizando la mecanización o el cambio del sistema de cultivo mediante una reconversión racional a olivares más intensivos y mecanizables. El caso de los olivares tradicionales que se encuentran en alta pendiente (no mecanizables) es el más preocupante, puesto que no es viable el cambio de sistema de cultivo, ni aumentar la mecanización para reducir costes. Desde la AEMO entienden que la única salida de este olivar es aumentar el valor añadido de su aceite, que ciertamente tiene características diferenciales como puede ser la producción ecológica, y habilitar o potenciar ayudas públicas adicionales asociadas al papel medioambiental de este olivar asociado a comarcas de sierra y alto valor paisajístico.