“Nos viene gente de todo Jaén”

César Becerra

12 nov 2019 / 11:10 H.

Regenta en la capital, en la calle Flores de Lemus, una cervecería que lleva su nombre. Comenzó en 2018 y ya es una referencia obligada de ese paisaje social y urbano de bares que conforma una seña de identidad inequívoca de la ciudad. Ofrece comida casera preparada con esmero y sabiduría por María, su mujer, alma de la cocina.

—Muchos se han forjado en esta profesión durante años con buenos maestros...

—En mi caso es así. Mi padre, Emilio Becerra Muñoz, junto con mi madre, Prudencia Lomas Vázquez, regentaban en Campillo de Arenas una discoteca y también el Hotel Becerra. Aprendí con ellos y luego, ya por mi cuenta estuve al frente de otra cervecería, con el mismo nombre que ésta. Nos vinimos a Jaén en 2018, porque aquí se puede trabajar mejor...

—Recuerda la fecha como si fuera ayer mismo...

—El 22 de mayo. Nos vinimos dos meses antes para prepararlo todo con mi mujer, María Collado Mata, que es imprescindible.

—Los dos al frente, como antes hicieron sus padres con sus negocios...

—Sí, ella en la cocina y yo con la cervecería y con los clientes. Es una gran cocinera, tiene muy buena mano. Esto tengo que decirlo claramente —no se te olvide escribirlo, advierte entre risas y con determinación—, porque lo que hace María es fundamental. Sin ella no sería posible ofrecer la comida y la calidad que ponemos cada día en nuestras mesas.

—Es un bar tradicional, de comida casera, reconocible...

—Así es. Como siempre, con tapas, raciones y comidas que servimos en la barra, en nuestro comedor y en la terraza que abrimos todo el año.

—¿Para tapear, o para quitarse el hambre, qué tiene “César”?

—Nos conoce todo Jaén por nuestro pescaíto fresco, muy fresco; también tenemos carne fresca que se prepara al gusto del cliente; algo de marisco; puntillitas...

—Y cuando hay hambre de verdad, comida casera.

—Efectivamente, aquí nadie que quiera comer se queda con hambre. Los platos son todos muy generosos.

—Estamos hablando de recetas y platos de toda la vida...

—María hace unas croquetas espectaculares. Como los callos, las manitas de cerdo, o el cocido y el lomo de orza, son los más conocidos de nuestra carta de comidas, entre otros.

—Ese lomo de orza tiene mucha historia. Es una joya familiar en su casa con ese toque que nunca se dice...

—Lo prepara mi mujer, según una receta de mi madre de hace más de 40 años. Hecho en adobo..., y está exquisito. Nadie prácticamente se va sin probarlo.

—Por cierto, por qué le puso su nombre a la cervecería?

—Lo cierto es que me conoce mucha gente, y nada mejor que conozcan a la cervecería como a su dueño, porque aquí vienen de todo Jaén...

—¿Se refiere a la capital?

—Fundamentalmente, sí. Viene gente del barrio, los que trabajan cerca. La clientela es excepcional; médicos, abogados, militares, buenos amigos de todos los sitios.

—Porque el trato acaba forjando amistades...

—Sí, son como amigos y eso es importante. Hay un buen ambiente, mucha cordialidad.

—¿Cómo va el negocio?

—Bien, vamos bien, aunque hay que trabajar mucho; eso es muy importante. Ahora con la Navidad tenemos muchas reservas para el comedor. Entre semana mucho movimiento con el menú por 6,50 euros y los fines de semana a 10 euros. Precios que son muy asequibles para todo el mundo.

—Tienen dos hijas...

—Sí, y si me preguntas por el bar te digo que estudian, que es lo que tienen que hacer.