Lucha por los colegios rurales

Las confederaciones de ampas andaluzas (Codapa) y española (Ceapa) instan a promover un plan para evitar la despoblación y la pérdida de unidades en la escuela rural en el que participen las diferentes administraciones implicadas y las familias. Este proyecto contemplaría la creación, en cada comunidad autónoma, de observatorios específicos de estos colegios, según recoge la “Declaración de Antequera”, un manifiesto conjunto con diez medidas para mejorar estos centros, “que merecen una atención especial, dado que la escuela pública es la única que, con grandes dificultades, llega a todos los rincones de la geografía”, subraya este decálogo.

Esta declaración fue publicada después de las jornadas que ambos colectivos organizaron en Antequera sobre los retos y oportunidades de los centros del entorno rural. Tanto la Confederación española de ampa como la andaluza piden garantizar los recursos humanos y materiales necesarios para las escuelas, incluidos especialistas, teniendo en cuenta las peculiaridades de cada uno, sin basarse únicamente en criterios sobre el número de alumnado en las aulas.

La Codapa y Ceapa reivindican, paralelamente, el apoyo de las administraciones a los ayuntamientos del medio rural o a la propia organización educativa, en el caso de Andalucía, para que implanten servicios y actividades complementarias gratuitas, como pueden ser el aula matinal, ludoteca o comedor escolar con el objetivo de frenar la despoblación y proteger el derecho a la conciliación familiar.

Por otro lado, ambas confederaciones proponen la continuidad del alumnado en la escuela rural durante el primer ciclo de la ESO para favorecer la permanencia en su entorno y el arraigo, así como la implantación de ciclos formativos adecuados al contexto productivo cercano en los institutos comarcales para facilitar la inserción laboral en la zona. Para las familias de la escuela pública es importante dar visibilidad a estos centros y poner en valor todo lo que ofrece a la comunidad educativa a través de campañas de difusión que muestren sus valores y proyectos innovadores, al tratarse de colegios que, por su propia naturaleza, emplean pedagogías innovadoras, inclusivas, activas y lúdicas con buenos resultados académicos.

El movimiento asociativo de madres y padres resalta que la escuela rural vertebra el territorio, ancla a sus habitantes al mismo y asienta la población. Además, fomenta el conocimiento directo del medio ambiente y, por lo tanto, favorece la implicación en su cuidado y contra el cambio climático. A estas ventajas se suma la atención individualizada y cercana que respeta los ritmos de aprendizaje, favoreciendo que nadie se quede atrás, así como la relación directa que promueve entre alumnado, docentes y familias, lo que la transforman en una escuela participativa, democrática y de calidad.

punto de unión. La “Declaración de Antequera” supone un manifiesto con el objetivo de ir todos en la misma dirección y piden: dar visibilidad a la escuela rural y poner en valor todo lo que ofrece a la comunidad educativa; garantizar que estos centros dispongan de los recursos humanos y materiales necesarios, teniendo en cuenta las características específicas; realizar campañas de difusión pública de los valores de estos colegios y sus proyectos innovadores; frenar la despoblación garantizando el ejercicio del derecho a la conciliación familiar, a través del apoyo de las administraciones con competencias educativas a los ayuntamientos del medio rural, para que implanten servicios y actividades complementarias gratuitas; proponer la continuidad del alumnado durante el primer ciclo de la ESO; fomentar la estabilidad de las plantillas incentivando la continuidad del profesorado a largo plazo, para garantizar el impulso de los proyectos educativos que desarrolla el centro; crear una bolsa de trabajo específica para docentes que quieran desarrollar su labor en escuelas rurales, como puestos de difícil desempeño por sus características especiales en cuestiones como el desplazamiento o la accesibilidad; ofrecer formación inicial, continua y específica al profesorado que trabaja en estos centros; implantar en los institutos comarcales ciclos formativos adecuados al contexto productivo cercano y crear un plan para evitar la despoblación y la pérdida de unidades en la escuela rural. El proyecto contemplaría la creación, en cada comunidad autónoma y en el Ministerio de Educación, de observatorios específicos de los centros.