Los comerciantes redoblan su trabajo durante el aislamiento

Esfuerzo. Esta es la palabra que más repiten los comerciantes de los mercados municipales y con la que resumen las semanas que están viviendo tras establecerse el Estado de Alarma debido a pandemia del Covid-19. “Las ventas han bajado de forma drástica, los ciudadanos tienen cierto miedo y estamos redoblando esfuerzos para poder mantener los comercios abiertos”, apunta Rafael Serrano, presidente de la Asociación de Comerciantes de Peñamefécit, a lo que Verónica Toledano, su homóloga en San Francisco, añade: “Hay algunos comercios que sobreviven a duras penas pues la afluencia de personas es mínima estos días”.

Para combatir esta crisis, han intentado reforzarse mediante el reparto a domicilio de compras de comida y otros artículos, con el objetivo de que prioricen en sus listas a colectivos con necesidades especiales en la atención domiciliaria y que, durante esta crisis sanitaria, son todavía más vulnerables. Un servicio del que ambos representantes se muestran satisfechos pues con él consiguen llegar a hogares de personas “en situaciones complicadas”.

Junto a esta aplaudida medida, se han incorporados otras, como el refuerzo de personal de vigilancia; el de la limpieza interna y externa; la instalación de geles de mano de uso obligatorio en la entrada; recálculo de las tasas para aquellos que han tenido que cerrar; información sobre las medidas a tener en cuenta durante la realización de las compras, y la presencia diaria de policía, que controla la salida y entrada de los ciudadanos, pues se ha establecido un límite en el aforo que nunca debe ser superado por más de 180 personas en el mercado de San Francisco y más de 140 en el de Peñamefécit. Sobre esta última se acaban de producir una serie de cambios que entraran hoy mismo en vigor. “El objetivo de tener solo dos puertas abiertas era para que se respetaran las recomendaciones, pero en vistas de lo bajada de afluencia, se ha decidido que se reabran todas para que sea más cómodo para los clientes”. Además, los consumidores podrán utilizar carros de compra, pero con uso obligatorio de guantes, que se pondrán a su disposición en el mercado. Así, en el caso de la puerta del parking se mantendrá cerrada, pero se podrá acceder al él mediante el uso del interfono. Todo por preservar la seguridad de los comerciantes y de los ciudadanos, a los que poco a poco se conciencia de la necesidad de cumplir con las recomendaciones.