Las Urgencias son un desierto de día y agobiantes de noche

Así podría ser una conversación entre dos vecinos de Jaén: “Ay, Pepe. Vengo de Urgencias del Médico-Quirúrgico y no puedo más. He tardado casi tres horas para que me vieran. La gente sentada en la puerta y muchas personas cabreadas porque no las atendían. No había ni un asiento. Uno con tos y otro con el pie que no podía dar paso. Cada uno, a lo suyo, pero qué angustia, qué agobio. En verano, mejor no ponerse malo”. Sin embargo, el otro bien le podría contestar: “Pues yo he ido esta mañana y no había nadie. Qué raro. Me atendieron en un plis”.

Si se revisa lo que ha ocurrido durante este fin de semana en las Urgencias del Neurotraumatológico y del Médico-Quirúrgico, los dos vecinos llevarían razón. Este servicio médico ha pasado de horas de estrés, agobio y colapso a otras en las que casi no había nadie. Generalmente, las mañanas han sido tremendamente tranquilas, mientras que las tardes y, sobre todo, las noches se han mostrado tremendamente complicadas. El Complejo Hospitalario de Jaén confirma que se han registrado picos con alta intensidad durante las tardes de este puente festivo. Asimismo, añade que la inmensa mayoría de casos no era grave y muy pocos requirieron hospitalización.

De ahí que los profesionales facultativos se afanaron para realizar una primera evaluación, que sirve para medir la premura de la atención sanitaria, para hacer una criba y atender a los pacientes en función de la necesidad. Precisamente, este aluvión de casos coinciden con patologías o accidentes que suelen ser bastante comunes durante el verano, por lo que se suele registrar un pico de demanda sanitaria.

Infraestructuras. Por otro lado, los picos de demanda sanitaria en las Urgencias también tienen mucho que ver con el propio puente. Durante estos días, los centros de salud de la capital han estado cerrados, por lo que muchos casos que se atienden en las consultas de asistencia primaria han tenido que pasar, directamente, a los centros hospitalarios. Estas demandas de asistencia, unidas a las propias que registran los hospitales, han hecho que se vivan momentos de angustia en estas dependencias médicas.

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