La lluvia, esperanza de agricultores y riqueza para el olivar

Esperanzados. Así es como se sienten los olivareros cuando ven caer el agua sobre el campo, ya que es una época del año clave para tener una gran cosecha el próximo año, al estar en primavera, el momento de la floración del olivo. Por ello, las últimas precipitaciones las reciben los agricultores como “agua de mayo”, como dice el refrán, ya que vienen de una temporada de aceituna mala y menor de la esperada y de un invierno muy seco, sin apenas agua. De esta manera, en el día de ayer —hasta las 21:00 horas—, la capital jiennense registró 18 litros por metro cuadrado, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Una cantidad que aunque no sea excesiva, viene bien en
estos momentos, más aún después de un mes de febrero en el que no cayó ninguna gota.

En las demás estaciones de la provincia jiennense también se registraron bastantes cantidades de agua. Es el caso de Andújar, el punto en el que más llovió con 32,2 litros caídos durante el día de ayer, unas precipitaciones que le vendrán muy bien a los campos de andujareños si sigue esta tónica de agua. Tras este municipio, le sigue Santa Elena, 26,4, y Linares, con 18,6, las tres únicas zonas que superaron las lluvias de la capital del Santo Reino, con 18. Las demás estaciones meteorológicas registraron: Villanueva del Arzobispo, 15,2; Baeza, 13; Alcalá la Real, 12,8, y Cazorla, con 6, fue la que menos agua recibió en la jornada de ayer.

De esta manera, el sector tiene la esperanza de tener una gran cosecha que quite mayores problemas a la situación económica por la que pasan, marcada por los bajos precios de venta del aceite de oliva. Además, hay que destacar que en todos los puntos de la provincia se registraron precipitaciones, y en algunos de ellos de forma notable, que unidas a las lluvias que cayeron la semana pasada, certifican un comienzo de la primavera esperanzador, una fecha clave para la próxima temporada, ya que es el momento de la
floración del olivo.