La hostelería pierde el 80% de comidas en dos semanas

Preocupación máxima en el sector por el miedo social a la ómicrom

28 dic 2021 / 11:16 H.
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Preocupación por unas pérdidas económicas que van en aumento y muchas dudas en torno al futuro más venidero. Esta es la situación en la que se encuentra la hostelería jiennense, que ha visto como estas Navidades han pasado de ser el punto de partida de la remontada por todos los perjuicios derivados de una pandemia que se acerca a los dos años de duración, a una auténtica pesadilla para todos los empresarios y empleados del sector.

De este modo, muchos establecimientos, desde el Puente de la Constitución y la Inmaculada, han recibido más llamadas para recibir cancelaciones que para contratar camareros u organizar comidas de empresa. Este es el caso de Alberto Fernández, gerente de Casa Herminia, quien lleva mucho tiempo tomando decisiones, como dice el dicho popular, “a salto de mata”: “Al pasar el puente de la Inmaculada, recibíamos llamada tras llamada anulando todos las comidas que teníamos y, al final, no hemos hecho ninguna”. Fernández reconoce que, en unos primeros cálculos, ha podido perder hasta 2.000 comensales.

Unas cifras que van acordes a las estimaciones realizadas por Hosturjaén. Según la organización que agrupa a los hosteleros de la capital y provincia, todos los restaurantes han tenido una media del 80% de cancelaciones en comidas. Como detalla su presidente, Antonio Lechuga, solo se ha mantenido, en cierta medida, los fines de semana porque todo el grueso de comidas, que normalmente se celebran de lunes a jueves, se anularon: “Las empresas pasan circulares en las cuales advierten que evitasen las aglomeraciones, de ahí que se cancelaran este tipo de grandes comidas”.

Lechuga, además, es gerente del bar Jarrucheo ubicada en una plaza céntrica como es Dean Mazas: “Nosotros habremos perdido alrededor de 500 comensales en 14 días”. El presidente de Hosturjaén, al mismo tiempo, remarca como motivo principal de esta escalada de suspensiones es el pánico generado por esta variante ómicrom: “Esta ola ha sido más dura que las anteriores no ya por los contagios, sino por el miedo generado, puesto que la incidencia en UCI es leve, gracias a Dios, pero el temor al contagio es latente”.

Antonio Lechuga, en definitiva, define este periodo de la pandemia como un paso atrás: “La Navidad es un punto importante en nuestra venta porque se trata de un mes y medio, hasta San Antón, a diferencia de Semana Santa que es una semana, al igual que San Lucas”. Por todo ello, el gerente de Jarrucheo remarca: “Hemos podido perder el 60% de los ingresos del año y la contratación, a buen seguro, caerá, en mi caso al no haber comidas, no hemos podido perder a cuatro personas de refuerzo”.

Por su parte, el gerente del bar El Biscuter, Antonio Moral, también incide en ese miedo generalizado por la última variante, hasta la fecha, de la covid-19: “Esta última semana es la que más cancelaciones hemos tenido, aproximadamente entre 40 y 50 comensales, dado que este aumento de contagios permanente la gente da un paso atrás”.

Sin duda alguna, cuando comenzó este 2021 la hostelería jiennense tenía la esperanza de que fuese el año del inicio de la recuperación y durante unos meses parecía que ese presagio podría confirmarse, pero esta nueva oleada de positivos ha frenado en seco esa sensación positiva. De momento, los empresarios del sector continuarán haciendo números de manera permanente para su meta a corto plazo: sobrevivir.

Otro año prácticamente perdido y muchas dudas en el estreno de 2022

El sector de la hostelería se encuentra en un funambulismo permanente. Los empresarios y trabajadores del sector desconocen qué va a ser de ellos a partir de ahora. Como caso el de Alberto Fernández, quien además tenía prevista para esta Nochevieja celebrar una comida y cotillón en el Casa Herminia de Cabra del Santo Cristo, pero ante las numerosas cancelaciones reconoce sus dudas: “Es un salón amplio y tenía reservas ya de 150 personas, todas se me han cancelado más las que podían haber surgido y con este panorama, ¿qué hago?”. Fernández también señala: “Mucha gente, además, te llaman en la misma mañana para cancelar la comida cuando ya tengo a un camarero preparado para ello”. Por otro lado, Antonio Lechuga califica este 2021 como otro año perdido: “Es un año echado a perder y en cuanto al año nuevo, vamos a ver la incidencia, no sabemos cómo será la cabalgata y veremos a ver si se puede salvar la Semana Santa”. Por último, Antonio Moral tiene alguna esperanza de cara a este fin de semana: “A ver si con el buen tiempo que se prevé para este fin de semana, la gente se anima un poco más y sale a la calle”. En definitiva, los hosteleros afrontan con resignación el inicio de año de pandemia.

Jaén