La Guardia Civil desarticula una red de estafadores

Más de una veintena de personas engañaba a los mayores y les hacían firman un crédito de consumo

16 feb 2020 / 10:56 H.
Ver comentarios

La Guardia Civil, en el marco de la operación Mutante, desarticuló en Jaén una red dedicada a estafar a personas mayores haciéndose pasar por miembros del Servicio Andaluz de Salud. Los ahora detenidos se comprometían a facilitar a las víctimas material sanitario necesario para tratar alguna lesión que padecían y estas simplemente tenían que firmar un “recibí” por el mismo, pero realmente lo que habían firmando era un crédito de consumo. Se detuvo a 22 personas (17 mujeres y 5 hombres), en las ciudades de Granada y Albolote, por los supuestos delitos de asociación ilícita, estafa, usurpación, falsedad documental y blanqueo de capitales. Asimismo, se realizó un registro, en el que se obtuvo abundante documentación que está siendo investigada.

En las pesquisas se detectó que podría haber más de 1.500 personas afectadas y se comprobó que el dinero cobrado por la red habría superado los 3 millones de euros, según informó la Guardia Civil en un comunicado. Así, la operación se inició en Baeza tras la denuncia de varios ciudadanos, los cuales manifestaban que habían recibido la visita de unas personas que se hacían pasar por miembros del Servicio Andaluz de Salud, concretamente de Servicios Sociales y/o Teleasistencia de la Junta, y se comprometían a facilitarles determinado material sanitario, por haber sufrido con anterioridad un ictus o algún tipo de lesión.

Con posterioridad, los familiares de los afectados, al tener conocimiento de lo ocurrido, comprobaban que los objetos entregados habían sido vendidos y que el “recibí” que sus familiares habían firmado, en realidad, se trataba de un crédito de consumo. Además, la oficina de Consumo del Ayuntamiento de Úbeda y los Servicios Sociales de la Junta de Andalucía, confirmaron a los investigadores de la existencia de otros hechos similares ocurridos en Úbeda, Jódar, Jimena y Bedmar. Los presuntos autores realizaban una primera llamada telefónica a la víctima para averiguar qué tipo de dolencias padecía y así poder concertar con posterioridad una cita. Una vez confirmada, y conocedores de las dolencias de la posible víctima, se personaba un comercial en el domicilio haciéndose pasar por miembro de teleasistencia o Servicios Sociales de la Junta. Las víctimas creían que eran empleados de la Administración autonómica, por lo que se confiaban y les facilitaban datos de sus ingresos.

Las personas mayores firmaban, de esta forma, una serie de documentos sin que los supuestos comerciales les explicaran nada y se enteraban de que lo que realmente habían firmado era un préstamo de consumo cuando los documentos eran revisados por familiares o incluso cuando empezaban a pagar los citados créditos. Otros integrantes del grupo tenían preparados el material sanitario en vehículos comerciales a la espera de entregarlos antes de que cualquier familiar de las víctimas se diera cuenta del engaño.

Jaén