Investigación para evitar enfermedades

La nutrición y el sueño pueden alterar el cuerpo humano y llevar a afecciones

20 feb 2020 / 11:33 H.
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Combatir las llamadas enfermedades crónicas pasa por conocer en profundidad cómo funciona el organismo y los distintos factores ambientales, entre ellos la dieta, que afectan a los mecanismos de regulación. Se vive en un mundo donde los principales problemas de salud son patologías de largo desarrollo que afectan al equilibrio interno como la obesidad, la hipertensión y la resistencia a la insulina, desencadenantes todas ellas de las temidas enfermedades cardiovasculares, la primera causa de mortalidad a nivel mundial, y en cierta medida los “Jinetes del apocalipsis” del día a día actual.

El grupo de investigación BIO221, que coordina Isabel Prieto, lleva 25 años en la Universidad de Jaén estudiando los mecanismos hormonales que subyacen al desarrollo de estas alteraciones metabólicas, y cómo factores relacionados con la nutrición o los ciclos de sueño-vigilia pueden alterar estos delicados mecanismos y empujarnos hacia la enfermedad o la salud. En estos años, las principales patologías en las que se han centrado sus estudios fueron la hipertensión, el síndrome metabólico y las enfermedades renales.

En el trabajo en la Universidad de Jaén, uno de los alimentos estudiados durante estos años fue el aceite de oliva virgen, pieza clave de la dieta mediterránea, uno de los patrones de alimentación más saludables y más valorados. Pero, aunque los efectos beneficiosos de este tipo de grasa son conocidos desde hace muchos años, aún queda camino por recorrer hasta establecer los efectos fisiológicos que hacen del aceite de oliva virgen un alimento funcional, capaz de evitar la aparición de alteraciones como el síndrome metabólico. Una cosa es saber que ciertos alimentos son buenos para prevenir una determinada patología, y otra muy distinta es demostrarlo científicamente. La cantidad y el tipo de grasa que ingerimos con la alimentación no solo afecta al peso, sino que también al funcionamiento del organismo, por ejemplo, pueden modificar la composición de las membranas celulares, incluso alterar el funcionamiento de nuestro cerebro. Aunque no todo es lo que se come, también otros hábitos de vida, las horas que duerme o las que pasa bajo la luz solar, van a ser capaces de alterar el equilibrio neuroquímico. El principal objetivo de los estudios de este grupo de investigación son los péptidos y las enzimas que intervienen en sus transformaciones metabólicas.

Jaén