Honores a la Señora del barrio

Decenas de personas acompañan a Santa María Magdalena en su procesión

23 jul 2019 / 12:02 H.

El día 22 de julio está marcado en rojo por todos los vecinos del barrio de La Magdalena, pues este es el día que su Señora sale a las calles del mismo y los bendice a su paso. Las puertas de la parroquia de homónima se abrieron un año más para acoger a todos esos devotos que viven este día con la intensidad propia de un corazón cristiano y, por supuesto, lleno del fervor por Santa María Magdalena. Esta es una festividad íntima y recibida con mucho cariño por los jiennenses, quienes arroparon a la imagen durante todo su recorrido por el barrio de la capital y que buscaron con anhelo encontrarse, en este día, con su Señora.

Las celebraciones en honor de María Magdalena comenzaron con la tradicional eucaristía en su nombre. Como ocurre cada año, los jiennenses no defraudaron en esta cita litúrgica y participaron en el acto para venerar, a través de la palabra de Dios, a su Señora. La imagen, que forma parte de los titulares de la Hermandad de la Clemencia, fue acompañada en todo momento por los miembros de dicha hermandad, que viven este día con gran ilusión. Junto a ellos, la siempre fiel a esta cita Asociación de Vecinos de La Magdalena, uno de los organizadores principales de esta festividad junto a la parroquia y la colaboración de la propia hermandad. A ellos, como no cabía esperar de otra manera, se sumaron decenas de personas que, tras abrir las puertas de la iglesia para dar comienzo a la procesión de la Santa, buscaron, incansables, su rostro

Los anderos que portaron a La Magdalena tuvieron especial cuidado con sus primeros pasos, meciendo a la imagen bajo el dintel de la puerta y, una vez pasado este, animaron sus pasos al son de las marchas que tocó la Banda Municipal de Jaén. La procesión continuó de esta forma por las diferentes calles del barrio, con fieles esperando atentos en cada esquina, con algún que otro balcón abierto y expectante, y con un sentimiento colectivo de dicha, del sentir por su Señora.

Para concluir este día, una tradición más tomó lugar para poner el broche de oro. La convivencia que cada noche del 22 de julio se realiza en el patio de la parroquia volvió a reunir a los fieles para compartir momentos, risas y algún que otros piscolabis.