“Este hombre me ha matado en vida. Le tengo mucho miedo”

El acusado de intentar matar a su mujer con una llave grifa afirma que la golpeó una vez porque “no se callaba”

16 jul 2019 / 11:00 H.

Las cicatrices de la cabeza le recuerdan lo que pasó aquella mañana del 2 de marzo de 2018: “Este hombre me mató en vida. Le tengó mucho miedo”, rememoró la mujer al tribunal. Justo en ese momento, rompió a llorar. Detrás del biombo, el que fue su marido durante casi una década la escuchaba, mientras agachaba la cabeza y clavaba la mirada en sus manos esposadas. El hombre, un iliturgitano 73 años, admitió ante el tribunal que golpeó a su pareja con una llave grifa: “Perdí los papeles”, argumentó. Nadie discute que la agresión se produjo. Lo que está en juego es el castigo que debe recibir Juan Antonio E. B. El fiscal considera que el ataque fue un asesinato en grado de tentativa, por el que pide una condena de 13 años de cárcel. La defensa, por su parte, califica los hechos como unas lesiones, lo que conllevaría una pena bastante menor. Además, también pidió al tribunal que se apliquen las atenuantes de arrepentimiento, confesión y reparación del daño.

Los hechos ocurrieron en la cocina del domicilio familiar el 2 de marzo de 2018. Desde entonces, el hombre está en prisión preventiva. La pareja había discutido días antes porque ella había cogido 3.500 euros para poder viajar a Camerún, su país natal, para ver a su familia. El asunto del “maldito dinero” salió a relucir aquella mañana: “La culpa fue mía porque le pregunté que cuándo me lo iba a devolver y sabía lo que se avecinaba”, declaró ayer Juan Antonio E. B.

Según la versión del procesado, se produjo una discusión por ese motivo. Su mujer estaba agachada, sacando unos botes de debajo del fregadero. “La di en la cabeza porque ella no se callaba. Perdí los papeles, porque no quería escándalo y que el vecindario se enterara. Me arrepentí en ese momento”, admitió el anciano. Eso sí, relató que solo la golpeó en una ocasión, que no le dio con fuerza y que, a continuación, arrojó la llave grifa al suelo: “Jamás le he pegado a una mujer”, se justificó. Con respecto a las heridas que presentaba la víctima, dijo que, probablemente, se golpeara de forma accidental con la encimera.

La versión que ofreció la víctima a los magistrados de la Sección Tercera fue muy diferente: “Fue un baño de sangre”, dijo la mujer, a modo de resumen. “Con el primer golpe, pensé que se me había caído la cocina encima. Levanté la cabeza y vi cómo mi marido me daba el segundo golpe y el tercero. Me decía que nadie me iba a salvar, que dónde estaba el dinero”, relató, protegida por un biombo: “Jamás se me olvidará esa imagen. Ese hombre me enterró en vida. Le tengo mucho miedo a lo que pueda hacer cuando salga de prisión”, concluyó.

La mujer presentaba un traumatismo craneoencefálico, una herida inciso-contusa de 3,5 centímetros de longitud, que requirió cinco puntos de sutura.

La Fiscalía explica que el acusado tenía intención de dar muerte a su entonces esposa y que las heridas que le causó pusieron “en grave peligro su vida”. Por eso, mantuvo su petición de 13 años de cárcel, más el pago de una indemnización a la víctima de 2.140 euros por las lesiones y 6.000 euros por los daños morales. El acusado ya ha ingresado la mitad de esa cantidad, según explican las fuentes judiciales consultadas. La acusación particular, ejercida por la víctima, solicita la misma condena, aunque eleva la compensación por encima de los 70.000 euros. La defensa de Juan Antonio E. B. reclama que los hechos sean considerados como unas lesiones y considera que el tribunal debe tener en cuenta las atenuantes de confesión, arrepentimiento y reparación del daño. El juicio quedó visto para sentencia.