El obispo se despide tras cinco años de servicio en Jaén

La Catedral ha acogido la misa de acción de gracias de Amadeo Rodríguez, que se ha despedido tras cinco años de servicio en Jaén.

Leyó para comenzar las líneas de la carta que le dirigió al Papa Francisco para comunicarle que cumplía los 75 y que su servicio en la Iglesia, consideraba, debía virar de rumbo.

Tras ello, el que será obispo emérito de la provincia dio la bienvenida a las autoridades presentes y agradeció a todos aquellos que han hecho posibles los últimos cinco años en los que él ha estado al frente de la Diócesis de Jaén.

Imploró a la patrona de la citada Diócesis, Nuestra Señora de la Cabeza, que continúe al lado de los jiennenses y, además, pidió un permiso que ya estaba preconcedido para quedarse a vivir a Jaén. “Espero que me permitáis ser vuestro vecino”, aseguró Rodríguez Magro, quién, en este sentido bromeó: “A quien Dios quiso bien, casa le dio en Jaén”.

Para finalizar, el deán de la Catedral, Francisco Juan Martínez Rojas, repasó la trayectoria del que calificó como el obispo de la pandemia y puso de relieve las dificultades de ejercer en plena crisis sanitaria.