El fruto de una siembra ejemplar

Pepe Márquez recibe el aplauso de su gente en un acto entrañable y único

08 oct 2019 / 11:04 H.

No perdió la sonrisa durante las dos horas largas que duró el homenaje que la sociedad rindió a un grande de los números, a un jiennense, medio catalán medio de Linares, que se jubila sin jubilarse y que, después de toda una vida apegado al mar de olivos, merecía recoger el fruto de tan desinteresada siembra. José Márquez Alcántara, el hilo conductor entre la provincia y la Caja Rural de Jaén, rozó el cielo con sus manos en una noche inolvidable en la que la Sacristía de la Catedral, el emblema del Renacimiento, fue testigo de un testimonio ejemplar para las generaciones presentes y futuras.

El director de Diario JAÉN, Juan Espejo González, ejerció de maestro de una ceremonia en la que el “novio” estaba hecho un flan. Sobre la mesa presidencial, el obispo, Amadeo Rodríguez; el presidente de la Caja Rural de Jaén, José Luis García-Lomas, y el presidente de la empresa editora de este periódico, Eleuterio Muñoz. Entre el público, que abarrotó un lugar tan especial, familiares, amigos, políticos, representantes de colectivos, los tres rectores de la Universidad... Nadie faltó a una cita a la que todos acudieron de corazón, lo mismo que el protagonista está siempre presente en todos los acontecimientos más o menos importantes, de corazón. Como bien dijo el obispo en su intervención, la Catedral dignificó el acto y Pepe Márquez dignificó la Catedral.

Hubo tantas palabras de cariño para el homenajeado que quienes salieron de allí lo hicieron convencidos de que el hasta hace unos días director comercial de la Caja Rural es de esa clase de personas a las que nunca se termina de conocer del todo. O al contrario. Un hombre que se da tanto a querer que basta con solo mirarlo para conocerlo bien. El caso es que el tributo fue más que merecido, que el aplauso que cerró la casi treintena de intervenciones fue sincero y que Pepe Márquez aguantó el tirón sin un lágrima en el sonriente rostro que le caracteriza y que todos, sin excepción, agradecieron.

“Nuestra tierra requiere lucha y trabajo codo con codo, pide entrega y pelea diaria. Quiero a Jaén”
PEPE MÁRQUEZ ALCÁNTARA Exdirector comercial de Caja Rural |

Pepe Márquez se aproximó al atril tranquilo, pero seguro que con un nudo en el pecho después de haber escuchado numerosas muestras de cariño durante más de dos horas. Lo reconoció, de hecho, nada más aproximarse al micrófono: “No pueden imaginar la emoción que me embarga”, manifestó, antes de agradecer de forma sincera la asistencia de todas las personas congregadas en la capilla de la Catedral de Jaén. Sus palabras posteriores estuvieron llenas de emoción: “Permítanme que les hable con el corazón y la sencillez de Jaén, la tierra que amo y que me lo ha dado todo. Me enorgullece estar aquí hoy. Tengo un trocito de cielo que me ha llegado envuelto en forma de amistad y lealtad. La Catedral es fruto de la historia del Santo Reino y el trabajo por conquistar un futuro mejor, y ese ha sido mi motor. Estoy convencido de que Jaén tiene mucho futuro”. Tras ello, hizo alusión a los que, tal y como confesó, ha sido uno de los pilares sobre los que se ha basado su trayectoria vital: “Mi vida ha estado unida a una espiga que llevo en mi corazón, el símbolo de Caja Rural, que es a Jaén lo que Andrés de Vandelvira al Renacimiento. Ha sido el proyecto de mis alegrías, de mis ganas de superación”, aseguró.

Márquez hizo un repaso de todos y cada uno de los momentos que se han sucedido a lo largo de su vida, entre ellos, sus inicios trabajando en la oficina de Caja Rural en la calle Argüelles de Linares, pero también su labor ayudando en Francia a todos aquellos jiennenses que tuvieron que emigrar en busca de un futuro mejor para los suyos: “Hoy me encuentro con mucho de esos vendimiadores, cuyas historias son historias de nuestra provincia”, manifestó.

Por último, destacó su inicio al frente del área comercial de Caja Rural, “el comienzo de un nuevo para Jaén”, tal y como aseguró, e hizo un alegato final: “Nuestra tierra requiere lucha y trabajo codo con codo. Tiene muchas posibilidades, pero pide entrega y pelea diaria”. Por último, se marchó pronunciando un sentido “quiero a Jaén” antes de que la capilla entera se pusiera de pie a ovacionarle.

“Todas las cosas que tiene Pepe Márquez son dones de Dios”
AMADEO RODRÍGUEZ MAGRO Obispo de la Diócesis de Jaén |

El obispo de la Diócesis de Jaén, Amadeo Rodríguez, tomó la palabra para dar por finalizadas las intervenciones de todos los amigos y seres queridos que se dieron cita para rendir homenaje a José Márquez. Aunque aseguro que “no puedo contar anécdotas”, como sí que hicieron algunos de sus predecesores, porque “llevo poco tiempo aquí”, no dudó en alabar la figura de Márquez: “Se ha dicho mucho esta noche el lugar dignifica el homenaje, pero yo tengo que decir que Pepe dignifica el lugar”. La sentencia arrancó el aplauso unánime de todos cuantos ocupaban los asientos El obispo prosiguió su intervención de forma distendida y natural, sin valerse de guion ni discurso escrito alguno. De Márquez reconoció desde el primer momento en el que mantuvieron contacto tuvo claro que se trataba de una persona especial: “Después de aquel primer sentimiento de cercanía he ido descubriendo en él una serie de cualidades”, manifestó, y aunque apunto que “seguramente tienes defectos”, reconoció que “no deben ser muchos, porque todo lo bueno que han dicho de ti hoy es verdad”. Del homenajeado destacó su “personalidad, su generosidad, su entrega y su disposición”, entre otros aspectos: “Podríamos estar toda la noche diciendo cosas de ti, pero hay una muy importante. Todo lo que tienes, todo lo que has dado, todo lo que reflejas, hasta la sonrisa, son dones de Dios. Que esta noche sea también santa y que todos digamos que hemos estado ante un hombre que tiene muchos dones de Dios que ha puesto al servicio de los demás, con gestos preciosos y con cosas más sencillas: las que hacemos cada día en actitud de servicio y cumpliendo con nuestro deber.”