El confinamiento no permite descanso para los Bomberos

No se habla de otra cosa que del coronavirus, pero para ser sinceros, los bomberos tuvieron muchísimo más trabajo que el meramente relacionado con esta crisis sanitaria, y es que al parecer, los jiennenses obedecen, se portan bien y se quedan en casa como mandan el Gobierno de Sánchez.

No obstante, que se lo digan a estos incansables, en los hogares también surgen contratiempos que los bomberos deben subsanar.

En este sentido, se produjo el desprendimiento de un toldo en una vivienda situada en la calle San Fernando, que está en pleno centro histórico de la capital. Algo complicada fue la intervención por la estrechez de la calle, por lo que fueron necesarios cuatro agentes.

No muy lejos de allí, hasta la calle Los Tejares se trasladaron tres bomberos en una unidad 16. ¿El motivo? Había que abrir, con urgencia, la puerta de una casa. Al final, no se necesitó intervención.

El Cuerpo de Bomberos tuvo que retirar también una gran chapa metálica. Según informan, era de grandes dimensiones. Eso fue en la calle Adarves Altos, muy estrecha también, hasta donde se trasladaron cuatro agentes y una unidad 6. El teléfono sonó algo más tarde, había que intervenir en un accidente de tráfico en la calle Huelma. Dos vehículos habían chocado, aunque finalmente se les volvió a llamar para desactivar su intervención, ya que el accidente era leve y no presentaba riesgos ni, por supuesto, personas que estuvieran atrapadas en el interior de alguno de los coches implicados.

FUEGO. Una palmera, seguro que la más antigua de Jaén no —fue retirada este fin de semana al no sobrevivir al coronavirus particular de esta especie—, echó a arder en la Avenida de Andalucía. Vecinos de la zona alertaron rápidamente a los Bomberos, que rápidamente se personaron en el lugar de los hechos. Cuatro agentes bastaron para sofocar las llamas en lo que, a juzgar por las imágenes, parecía más una cerilla que una palmera. Los bomberos acudieron a la Avenida de Andalucía con una unidad 3. No hubo que lamentar más daños que la pérdida de otra palmera en la capital. Al menos, es un buen tratamiento contra el picudo rojo. Bromas a parte, los Bomberos concluyeron tarde una jornada que empezaron, mismamente, por este incendio, del cual recibieron aviso a las dos y cinco de la madrugada. Una labor encomiable que conjugan con los consejos a los ciudadanos para que permanezcan en su casa.