Echar de menos lo cotidiano

Las preocupaciones en la vida de los jiennenses antes del confinamiento

28 abr 2020 / 16:24 H.
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Qué tiempos aquellos. Quién le iba a decir a la ciudadanía jiennense, autoridades incluidas, que echarían de menos las quejas sobre limpieza, obras pendientes y proyectos futuros. Hace algo más de cuarenta días, aunque parezca que han pasado muchos más, la ciudad tenía una larga lista de objetivos por cumplir que han quedado totalmente paralizados por la pandemia, la misma que ha silenciado a formaciones políticas, asociaciones vecinales y particulares, cuyo objetivo ahora es vencer al covid-19.

Pero, ¿alguien se acuerda de cómo era la vida antes de que salir a la compra fuera la aventura más importante de la semana? Pues bien, no está de más recordar algunos de los principales acontecimientos, pues algún día regresará lo cotidiano y habrá que retomar todo aquello que quedó pendiente. El primero de ellos está relacionado con el turismo, pues el Parador de la capital acababa de abrir sus puertas tras 17 meses de obras. De hecho, apenas llevaba un par de semanas en funcionamiento cuando se decretó el estado de alarma.

Otro asunto crucial que ha quedado en pausa es la ITI, sobre la que sobrevuelan una gran cantidad de dudas tras la aprobación de la Junta de Andalucía, de una “reprogramación” de un mínimo de 3.200 millones de euros de los cuatro Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (FEIE) que se aplican en Andalucía en el marco 2014-2020. El objetivo es atender la nueva realidad económica y social de la comunidad provocada por la crisis del covid-19. Según las últimas informaciones, Economía aplicará este proceso de optimización y de reorientación sobre el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), el Fondo Social Europeo (FSE), el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), por lo que queda pendiente saber qué pasará con los aproximadamente 443 millones de euros que corresponderían a la provincia.

Otra de las cuestiones que más afectaban al territorio era la situación de los precios del aceite. Un panorama que había provocado que Jaén se levantara brava en busca de justicia, para lo que se habían programado nuevas manifestaciones que finalmente tuvieron que ser canceladas y que dejan otro desafío en el aire. En cuanto a la educación, también atravesaba horas convulsas, tras la aprobación de Junta de Andalucía de un decreto de escolarización con el que todas las zonas de las ciudades podrán elegir entre un colegio público o concertado, lo que llevó a la comunidad educativa a la huelga en la primera semana de marzo, pero eso era antes de saber que las aulas se cerrarían durante semanas dejando problemas bien distintos.

Por su parte, las calles y plazas de la ciudad tenían sus propias tareas, algunas en marcha como el Plan de Asfaltado de los barrios que no ha podido culminar. Lo mismo ocurre con las necesidades de muchas zonas, con un sinfín de reuniones y peticiones de las asociaciones vecinales al Ayuntamiento que también están a la espera de realizarse cuando se recupera la ansiada normalidad. Vecinos que tenían otro tipo de problemas como los robos que se habían producido en los barrios del extrarradio y a los que se les intentaba dar solución desde la Subdelegación del Gobierno, o los preparativos para los festivos que llegaban con la primavera. Eso sí, aunque los presidentes de las asociaciones están de acuerdo en esperar a que se estabilice y frene la pandemia, la lista de deseos y reivindicaciones está preparada para tramitarla en cuando sea posible. Una crisis que ha afectado a todos los niveles, paralizando actividades que difícilmente se podían imaginar, como la Feria de los Pueblos de la Diputación Provincial o las competiciones deportivas.

Jaén