Corriendo contra la esclerosis

Las rachas de viento sacuden La Salobreja. El temporal con el que ha arrancado 2016 es como una china en el zapato. Pero, ante el mal tiempo, el atleta de élite Fran Lara lanza una mirada confiada a Juan José Amate y señala: “Estas son las zapatillas que tenemos, así que hay que sonreír y saltar a la pista”. Juan José Amate sufre esclerosis. Se la detectaron hace ocho años. Exactamente “una semana después” de que, en la Carrera Urbana de San Antón, hiciera una marca que recuerda que fue especialmente buena para un corredor “amateur”. Con el diagnóstico —evoca—: “El neurólogo me dijo que me olvidara de la forma física que tenía entonces y de correr como lo hacía” por los efectos asociados a esta enfermedad autoinmune, crónica, degenerativa e incurable que, “después de los accidentes de tráfico”, es la segunda causa de incapacidad en España. “Pero, cuando salí del hospital, tenía más ganas de correr todavía”, señala. Y, desde entonces, no ha parado. “No puedes quedarte en tu casa y no moverte —indica, pensando en todas aquellas personas que se echan en brazos de la esclerosis—. Tienes que levantarte y hacer algo”. Porque, como se lee en su gemelo derecho: “Rendirse no es una opción”.

Se tatuó esta frase cuando le “dio por correr”. Entonces, descubrió la figura del paratriatleta madrileño Ramón Arroyo, que realizó “un Iron Man” después de que le diagnosticaran la llamada enfermedad de las mil caras y confiesa que, además de admirarse con su ejemplo, le “copió” la frase. “Rendirse no es una opción”. Y, sin dejar de entrenar, Fran Lara asiente con la cabeza y hace suyo el lema con el que Juan José Amate y la Asociación Jiennense de Esclerosis Múltiple (Adjem) quiere visibilizar esta enfermedad en la Carrera de San Antón. El año pasado, 300 personas vistieron la camiseta blanca de Adjem. “Este —dice Amate—, esperamos que sea más gente”; que a las 300 de 2015 se sumen otras 300 más por cada camiseta blanca que la asociación ha puesto a la venta, gracias al patrocinio de la Obra Social La Caixa. Por el momento, ya ha vendido unas 150 y el resto desea que se las quiten de las manos el mismo día de la carrera, en el stand que instalará a la salida. El precio de cada una es 5 euros. “Es simbólico —explica Amate—, ya que la asociación solo recibirá un euro”. Pero, en un escenario de recortes, será un apoyo económico para Adjem. Por ello, anima a la ciudadanía a que aporte su granito de arena y a los enfermos con esclerosis múltiple como él a que participen en la “San Antón”, aunque sea sin dorsal. “Hay que olvidar que tienes esto y hacer tu vida”, aconseja. Y, con admiración confesa por la “capacidad de superación” de estos enfermos, Fran Lara, que, este año, aportará su granito de arena para hacer más visible la esclerosis múltiple, corrige: “Más que olvidarlo, hay que saber que estas son las zapatillas que tenemos y correr con ellas. Lo importante es que, desde el primero al último, todos lleguemos a la meta”.