Con el punto de mira en Bruselas

Marcha a Madrid, cisternas paradas y nadie descarta llegar a la capital de la UE

20 feb 2020 / 11:33 H.
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La Unión Europea marca los tiempos para articular el marco financiero plurianual (presupuestos), la negociación, su estrategia y los objetivos. A rajatabla. Los olivareros jiennenses, y con ellos todo el sector de la agricultura española, son la primera víctima de la crisis de los precios y de los recortes de la PAC, pero también los dueños de las protestas, la lógica salida de su instinto de supervivencia. No hay dirigente agrario estos días que no corrobore la situación límite y los ánimos encendidos que inflaman al campo jiennense. Hay mucho en juego.

No van a dar tregua. En un comunicado conjunto, Asaja, UPA, Coag, Cooperativas Agro-Alimentarias e Infaoliva, esto es, productores, almazareros e industriales fabricantes de aceite de oliva, anunciaron ayer una primavera “caliente” con nuevas movilizaciones. Tras las concentraciones en las plazas de los 97 municipios jiennenses, previstas para este lunes, organizarán en el mes de marzo una marcha a Madrid, por etapas, para llevar hasta la capital sus reivindicaciones.

Van a suspender también la salida de cisternas de aceite, una medida drástica que debe percutir sobre los precios. Además, estudian la posibilidad de realizar una acampada, también en Madrid, cuando termine la marcha. Algo así como la que protagonizaron durante meses los trabajadores de Sintel, una filial de Telefónica, el verano de 2001, en el Paseo de la Castellana. Fue un hito en la lucha sindical. Las cinco organizaciones agrarias convocantes piden el apoyo a todo el sector agrario de España para secundar las nuevas protestas. La marcha olivarera recupera aquella otra de finales de los años noventa del siglo pasado y ratifica el resurgir del espíritu del 98, que llevó hasta la capital de España a miles de agricultores y olivareros, colapsó a la provincia con un paro general en mayo de ese año, congestionó la capital jiennense con una manifestación de más de 80.000 personas, nunca vista antes, y se guardó el cartucho de Bruselas hasta donde voló una ruidosa y pacífica manifestación con más de 5.000 agricultores. Fueron los hitos de una hoja de ruta, que con otras acciones lideradas desde Jaén, consiguió además que la protesta se hiciera social y no solo sectorial.

Organizaciones agrarias, productores e industriales no descartan volver a manifestarse, dos décadas después, en la capital comunitaria. Pero ni quieren precipitarse ni pretenden romper los tiempos de la política que marcan Madrid y Bruselas. Irán acoplándose, como las ayudas, y respondiendo, acorde con los acontecimientos. “Siempre hemos mantenido que muy probablemente el ultimo punto de reivindicación sea Bruselas”, apunta a este periódico Cristóbal Cano, secretario general de UPA de Jaén. No obstante, Cano apela, tanto en el escenario del diálogo en España con el Ministerio de Agricultura y del proceso que se abre hoy en la UE sobre el nuevo presupuesto y la nueva PAC, que el calendario de movilizaciones “lo ira marcando los avances conseguidos en las negociaciones”.

Para Manuel Alfonso Jiménez, presidente de Infaoliva en la provincia, el “caballo de batalla está en Bruselas con la PAC”. Tras subrayar los cambios en la gobernanza de la UE y de sus objetivos presupuestarios que derivan en el recorte de partida de un 14% para los fondos agrarios y estructurales, además de la salida del Reino Unido, indice en la necesidad de que el Gobierno español de negociar firme para que “llegue a Jaén una renta complementaria por otros conceptos, los que sean, medioambientales, por la fijación de población que permite este sector, por ayudas desacopladas...”. Y pone el foco de la critica en la debilidad de la política exterior: “Hemos aprendido la lección y España no es, precisamente, sobresaliente en diplomacia. No se ha conseguido, ni antes ni ahora, un loby real en Bruselas, como tampoco con Estados Unidos”. Y concluye sobre a posibilidad de llevar las protestas a Bruselas: “habrá que hacer finalmente lo que se tenga que hacer”.

Juan Luis Ávila, secretario general de Goag de Jaén cree que es posible conseguir determinados objetivos “si el Gobierno de España negocia firme, se mejora el almacenamiento para que responda con más efectividad a lo que necesitamos, la autorregulación y la reforma de la PAC no es lesiva para los intereses del olivar tradicional se puede conseguir”. A corto plazo valora que si después de la marcha a Madrid “donde está el Ministerio de Agricultura, pero también la sede de la UE”, no se consiguen los objetivos “valoraremos otros escenarios y se hay que ir a Bruselas si no se resuelve la situación tendremos que estar presentes allí también”. Cooperativas Agro-Alimentarias no ve, de momento, soluciones concretas a las demandas de los agricultores. “Hace tiempo que tenemos la idea de que todo esto va a terminar en Bruselas”, afirma Higinio Castellano, presidente de esta sectorial en Jaén. Es partidario de agotar la vía en la que ahora se mueve la negociación y aprovechar que “ahora sí estamos todos unidos, tenemos que seguir así y transmitir que no es solo un problema nuestro, del sector, sino que es un problema social”, reflexiona. Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de Asaja en Jaén, enmarca el escenario actual en dos planos: “Los tiempos los marca Bruselas, es evidente, y tenemos que acoplarnos a ello e ir respondiendo según se sucedan los acontecimientos. Por otra parte, la negociación e interlocución corresponde al Gobierno de España con Pedro Sánchez a la cabeza en la cumbre de los líderes. Tiene que agotar todas las vías”. Si no dieran resultados “habría que plantearse ir a Bruselas”.

Jaén