Cinco meses a la espera de un solución para su domicilio

En busca de justicia. Encarnación Delgado es la propietaria de una vivienda en la calle Travesía Santa Bárbara desde el pasado mes de enero. Al instalarse, su marido y ella localizaron una serie de daños en la zona del patio de los que no se les había informado. Tras varios días preguntando e investigando llegaron a la conclusión de que se originaban a causa del abandono de otra vivienda colindante, situada en la calle Hospitalico. “Lleva quince años abandonada y se encuentra en muy malas condiciones lo que está afectando a una parte de mi casa”, describe la pareja. Al principio eran una serie de grietas que pronto se unirían al ruido de la gran arboleda que se ha apoderado de la vivienda deshabitada hasta tal punto que aseguran “no poder abrir la ventana por miedo a que entren los insectos”.

En vistas de que su patio se “viene abajo”, decidieron ponerse en contacto en enero con Urbanismo, enviaron a unos técnicos que realizaron un informe detallado de la situación. “Más tarde nos mandaron una carta para que no bajáramos al patio con el fin de evitar riesgos, pero nos insistieron en que no podían hacer nada más porque era una intervención que dependía de los dueños de la vivienda afectada”, manifiestan. El problema es que no hay un propietario porque la antigua dueña falleció y no tiene descendencia por lo que optaron por solicitar una audiencia con el alcalde en febrero con el fin de exponer su situación, petición para la que no obtuvieron respuesta.

Tras comenzar el desconfinamiento decidieron volver a llamar a Urbanismo y esta semana consiguieron que volviera el arquitecto e inspeccionara, de nuevo, su residencia. “Nos vuelven a decir que es responsabilidad del vecino aunque saben de sobra que está abandonada e incluso nos sugieren que lo hagamos nosotros cuando eso podría ser incluso un delito porque no es nuestra propiedad y es el Ayuntamiento quien debe intervenir”, manifiestan. A los días otros técnicos regresaron al domicilio abandonado, pues una vecina cuenta con una llave que le entregó la antigua propietaria. “Les ha costado mucho acceder porque hay tanta broza que no hay ni luz”, dicen. Tras inspeccionarla, Delgado asegura que han intentado “eludir responsabilidades”: “Ahora nos dicen que es posible que haya algún problema que venga de mi casa o de otro vecino, pero nosotros estamos convencidos que viene de ahí, además no quieren limpiar el solar”. Por tanto, piden que se intervengan y no dejen que se “se les caiga la casa” pues tampoco cuentan con recursos propias para poder darle solución a una vivienda que “cada día va a peor” por lo que por la noche se van a la cama sin saber “si se les vendrá abajo al día siguiente”.