Chapuzas en el montaje de las casetas del recinto ferial

Empresarios protestan y cuelgan una pancarta contra la discriminación municipal

13 oct 2018 / 11:27 H.

Las casetas del recinto ferial Alfonso Sánchez Herrera, el corazón de la Feria de San Lucas, se abrieron al público, oficialmente, a las 13:00 horas de ayer. En ese momento, la empresa contratada por el Ayuntamiento para el montaje de estos locales todavía ultimaba detalles, como la colocación de vallas para el cierre de espacios que habían quedado vacíos. Mientras los operarios se movían de aquí para allá, el cocinero de uno de estos establecimientos comenzaba a preparar el plato del día. “Se va a llenar la sartén de polvo, esto no puede ser”, comentaba uno de los caseteros. ¿Qué ha ocurrido? Este año, a diferencia de otras ediciones de la fiesta local por excelencia, las casetas se han puestos a disposición de los empresarios que las alquilan “tarde y mal”. En primer lugar porque, en lugar de estar listas una semana antes, como es habitual, el montaje se terminó ayer mismo. Además, los toldos y los suelos de estos recintos, por ejemplo, están en mal estado. “Las lonas vienen sucísimas y la tarima igual, es como si las hubieran traído directamente sin limpiar de otra feria”, argumentaba el presidente de la Asociación de Caseteros “La Fiesta”, Alberto Palomo, indignado como el resto de sus compañeros, empresarios que, como deja claro, hacen un importante desembolso económico por mantener vivo el recinto de San Lucas. Están que trinan y, por eso, antes de descorrer los cierres, se manifestaron.

En la pancarta que portaban, y que también han colgado en la calle central del recinto, se puede leer: “La Feria de San Lucas ¡en el ferial! ¡Somos el centro de la feria!”. El mensaje resume todo lo que les ocurre. Y es que, además de estar muy molestos con la improvisación en el montaje, lamentan que, al contrario de la feria de día, incluso las actividades programadas en el Bulevar, sus casetas, que son, como dice Palomo, “las de toda la vida”, no se han promocionado. En el saludo del alcalde, Javier Márquez, que incluye el programa oficial, hay una frase que les duele: “Desde el Ayuntamiento diseñamos una feria para que la pueda disfrutar en su concepto más amplio. Actividades para aquellos que prefieren el centro”. También les enerva que el Gobierno local, a pesar de conocer sus preocupaciones desde junio, cuando se las hicieron llegar por escrito, no les haya recibido. Si les hubieran hecho caso antes, las casetas no tendrían los aseos en mal estado o el cerramiento roto en algunos puntos; ni tampoco el suelo rematado “de mala manera”, como demuestra la existencia de huecos que pueden causar algún percance, y habría acceso para personas con movilidad reducida. “El colmo de los desastres de este año es la colocación de canalones, para que desagüe el techo en caso de lluvia, que tienen la caída dentro de la propia caseta”, sostiene el presidente de los caseteros. “Nosotros pagamos casi 3.500 euros para que todo esté en perfecto estado y no es así. Tampoco podemos arreglarlo, porque la empresa suministradora no nos deja”, aclara otro empresario. La situación es tal que Alberto Palomo sospecha que la contratista obra de esta forma para lograr que el Ayuntamiento pague lo que les adeuda. Este año son 42 los caseteros participantes, incluidos dos que formalizaron su participación en la feria fuera de plazo. Entre todos ocupan 72 espacios de los 90 que hay disponibles. De ahí que queden 18 huecos en el ferial que, como creen, pueden crecer si deja de apoyarse esta actividad.

Más información en el suplemento especial, de la página 25 a la 40.