Castillo altera la Línea 11 con la venta de dos microbuses

El Ayuntamiento, que desconocía la operación, exige la reposición del servicio y de los vehículos

13 feb 2019 / 12:08 H.

No hace ni dos años que el Ayuntamiento ordenó a Castillo la retirada de los tornos de los autobuses urbanos. La concesionaria mantenía estos elementos en sus vehículos, a pesar de que incumplían la normativa. A principios de este año, la Administración local puso el grito en el cielo al tener conocimiento de que uno de los conductores iba al volante mientras fumaba y hablaba por teléfono. Ayer, la Concejalía de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Transportes volvió a “regañar” a una de las contratistas más importantes de la ciudad por lo que se presenta como una decisión unilateral que afecta a un servicio clave. El concejal del área, Juan Carlos Ruiz, El concejal de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Transportes, Juan Carlos Ruiz, solicitó por escrito a la compañía “la reposición inmediata de los dos microbuses”, vendidos sin conocimiento municipal. Con estos vehículos, se atendía a Línea 11, que conecta la zona sur con el resto de la ciudad y es la única que atraviesa la Plaza de Santa María, y, al prescindir de estos, se altera el recorrido habitual.

“Se trata de dos vehículos que el Ayuntamiento exigió que se adquirieran y pusieran en funcionamiento en base a la concesión de este servicio por parte de la empresa y que prestan el servicio entre la zona sur y el centro de la ciudad”, se explica en un comunicado. Mediante una resolución de febrero de 2014, el Ayuntamiento, con su potestad de determinar el tipo de vehículos que anualmente debe adquirir la empresa para la prestación del servicio, trasladó la necesidad de adscribir a determinadas líneas que por la orografía y características aconsejasen el uso de microbuses. “Cual es nuestra sorpresa cuando la empresa concesionaria, sin conocimiento municipal, informa que ha vendido los dos microbuses”, aclara el edil. De ahí que se inste a la reposición inmediata este servicio, con el aviso que, de no ser así, se estudiaran todas las vías legales y administrativas posibles contra contratista. Insistió en ello el alcalde, Javier Márquez, a través de un mensaje en sus redes sociales. La decisión de Castillo choca directamente con el plan de peatonalización, que reduce al máximo el paso de vehículos por la Plaza de Santa María, lo que implica el uso de microbuses que reduzcan el impacto visual, a su paso frente a la Catedral, y minimicen los daños en el firme.

Al conocer esta decisión municipal, el PSOE exigió “menos paños calientes y más contundencia con la concesionaria. “Se lo debe a los jiennenses que la sufren a diario”, juzgó la concejal socialista, Matilde Cruz. La edil recuerda que el máximo responsable municipal tiene sobre la mesa, desde hace casi tres años, medidas pendientes con la empresa que son mucho más expeditivas que un simple requerimiento, como una auditoría para saber el coste de la concesión a todos los jiennenses y un expediente sancionador acordado en pleno, tras el trato dispensado a los conductores por la empresa con el asunto de los tornos. Este periódico trató, sin éxito, de conocer la opinión de la empresa sobre el requerimiento municipal.