Cáritas pide que se alargue la estancia en los albergues

Solicitan más recursos para los inmigrantes que tienen que viajar por el tajo

11 dic 2019 / 11:31 H.
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Camas vacías que duelen en el alma. Así lo siente Rafael López-Sidro, director de Cáritas Diocesana de Jaén, que reclama la permanencia de los inmigrantes en los albergues municipales durante más de los días reglamentarios. Desde el colectivo denuncian que el centro municipal se encuentra a la mitad de su capacidad, de unas 140 camas hay 70 libres; mientras que en Cáritas todas están ocupadas. La casa de acogida Buena Madre, que en principio proyectaba 50 camas y finalmente llegó hasta 70, está llena. ¿La diferencia? López-Sidro lo explica: “En el centro municipal solo pueden permanecer cuatro días, sin importar si necesitan más o no y luego no pueden regresar, por lo que acuden a nosotros”. Así ocurre cuando, por ejemplo, van de un tajo a otro y mientras que van o vienen, encuentran o no encuentran trabajo, se les agota el tiempo de uso de la cama, por lo que “no tienen otra alternativa” que acudir a Cáritas.

El miedo también está presente. López-Sidro cuenta que si no presentan los papeles, no pueden acceder a la cama. “¿Es que si no tienen papeles ya no son humanos? Es indignante, nosotros no preguntamos nada a nadie, porque es un ser humano, eso es lo que vale, lo demás nos da igual”, subraya con contundencia. La buena noticia es que el número de personas que pernoctan en las calles se ha reducido. Según el último informe que recibieron, la capital pasó de tener unas cuarenta personas de media durmiendo a la intemperie, a tan solo tres el lunes de esta semana. Una prueba de que el trabajo que realizan desde Cáritas tiene sus resultados y ayuda a que las personas conserven su dignidad con, al menos, un colchón donde descansar. Una tarea que, recuerdan, debería estar a cargo del Ayuntamiento de Jaén y, sin embargo, no ven la acción suficiente por su parte.

Respecto a los niveles de movimiento, hay dos “picos” importantes en la capital, la llegada al inicio de la campaña y la partida. El momento de máximo movimiento suele ser, tradicionalmente, el puente de La Inmaculada Concepción. Sin embargo, este año, ante la “escasa” previsión en la campaña de la aceituna, la mayoría de inmigrantes en busca de tajo ya se encuentran en la ciudad y, con toda probabilidad, no llegarán más. La capital se convierte en la puerta de entrada y salida hacia los tajos, en los municipios próximos a la capital, por lo que el centro neurálgico del transporte se encuentra en la ciudad. Un medio de moverse que, igualmente, muestra también complicaciones para los recién llegados que viajan dispuestos para “dejarse la piel”.

“El Ayuntamiento ayuda en lo que puede con el billete para el viaje, pero si la persona no lo consigue y necesita quedarse una o dos noches más en la ciudad, es cuando acude a nosotros ante la falta de alternativa”, afirma Rafael López-Sidro. La Administración local, por su parte, recuerda que el dispositivo para los que vienen a trabajar en la aceituna se activó y los albergues abrieron incluso con varios días de antelación. Además, se muestran receptivos para seguir colaborando con Cáritas Diocesana.

Jaén