Año de “ruina” para los hosteleros

Cansados tras un año “de abandono”. Esta es la principal razón que ha llevado a los hosteleros de la provincia de Jaén, al igual que de otros municipios de Andalucía, a volver a salir a las calles para protestar por la falta de apoyo de las administraciones. Alrededor de cincuenta profesionales se concentraron en la Plaza de las Batallas de la capital con pancartas en las que se podía leer “sin ayudas, arruinados” y el nombre de alguno de los 97 municipios que componen la provincia.

Separados por la distancia social que requiere la situación de crisis sanitaria, todos escucharon a Ramón Calatayud, encargado de leer el manifiesto preparado por Hosturjaén, asociación que reúne a los profesionales del sector de la provincia. Tras guardar un minuto de silencio por las víctimas de la covid-19 y un agradecimiento a los profesionales que han estado en la primera línea, Calatayud hizo balance de un año “de ruina”. “Se cumplen doce meses desde que nos obligaron a cerrar, algo que nos unió para intentar luchar contra una situación que ha dejado muchos cierres”, resumió. Del mismo modo, manifestó que “siguen esperando el apoyo que necesitan”: “Gracias por nada, por el silencio que nos habéis trasladado como respuesta tras manifestar nuestras carencias”. La asociación contabiliza alrededor de 3.500 hosteleros que no han contado con ayudas y 500 han tenido que bajar sus persianas lo que supone la pérdida de más de 3.000 puestos de trabajo directos, algo que definen como “imperdonable”.

El motivo es que consideran que esta situación se podría evitar si los profesionales “hubieran recibido las ayudas directas que tanto han solicitado desde que comenzara la pandemia”, unas exigencias que volvieron a reiterar. Del mismo modo, tampoco entienden la naturaleza de las medidas de restricción “tan duras” que algunas administraciones han impuesto al sector “sin datos que aseguraran su efectividad”. “Nunca hemos sido el problema, sino parte de la solución”, manifestó Calatayud en una jornada en la que los hosteleros dejaron claro que piensan seguir luchando.