Seguimiento millonario
de las protestas en Chile

Unos 3,7 millones de personas participaron en alguna de las manifestaciones registradas en Chile desde el pasado 18 de octubre, cuando estallaron las protestas contra el Gobierno de Sebastián Piñera, según una estimación de Carabineros actualizada hasta el pasado domingo. La región metropolitana de Santiago es la que más manifestantes concentró, con un total de 2,3 millones. Solo el 25 de octubre se concentraron alrededor de 1,2 millones de personas en el centro de la capital, en el punto más álgido de estas movilizaciones contra el Ejecutivo, según el diario “La Tercera”.

Piñera emprendió una serie de reformas desde que estallaron las protestas, desencadenadas por la subida del precio del metro en Santiago, pero la movilización social ha seguido en noviembre. En los primeros diez días de mes salieron a las calles del país casi medio millón de personas. Los chilenos estaban llamados el martes a una nueva jornada de protestas, con un paro que se saldó con 398 incidentes violentos, según un portavoz de Carabineros, Enrique Monras, que confirmó al menos un fallecido por atropello. Las autoridades informaron también de 19 ataques contra sedes de las fuerzas de seguridad y de 95 saqueos. Entre el martes y la madrugada de ayer, fueron detenidas al menos 1.020 personas, una subida del 200 por ciento en relación a los datos del día anterior, según datos del Ministerio del Interior. En cuanto a heridos, la jornada se cerró con 46 civiles y 347 agentes heridos. El presidente instó el martes a “todas las fuerzas políticas y organizaciones sociales” a establecer “tres urgentes acuerdos nacionales”, para pactar por “la paz y contra la violencia”, por “la justicia”; y por “una nueva Constitución” que sea ratificada en referéndum.

Por otro lado, los partidos chilenos de oposición piden la creación de una Asamblea Constituyente que posibilite un cambio de Constitución, en medio de la ola de protestas antigubernamentales que sacude al país y como respuesta al proyecto de reforma constitucional del Gobierno, que aboga por un Congreso Constituyente. “La Asamblea Constituyente es el mecanismo más democrático para garantizar una amplia participación ciudadana que otorgue plena legitimidad al proceso”, recoge un documento firmado por varios partidos de la oposición.