Lukashenko toma posesión para un nuevo mandato ajeno a las protestas

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, inicia por sorpresa su sexto mandato presidencial consecutivo ajeno a la inéditas protestas convocadas a raíz de las últimas elecciones, cuyo resultado fue cuestionado desde los partidos opositores.

Lukashenko tomó posesión en una ceremonia simbólica organizada en el Palacio de la Independencia de Minsk y ante cientos de personas, entre ellas las principales autoridades del país, según la agencia de noticias BelTA. El mandatario leyó sobre la Constitución un formalismo que le compromete a “respetar los derechos y libertades” de la ciudadanía.

“El día de la inauguración presidencial es un día de victoria común”, proclama Lukashenko, en un discurso donde se mostró “orgulloso” de los ciudadanos. “No solo hemos elegido al presidente del país. Hemos defendido nuestros valores, nuestra vida pacífica, nuestra soberanía e independencia”, declara el presidente.

En este sentido, avisa de que Bielorrusia “dio por sentada” la independencia durante “mucho tiempo” y, en ocasiones, “no la aprecia”. “Bielorrusia puede ser un país joven a nivel mundial, pero los bielorrusos ya no somos niños, somos una nación”, añade.

El presidente considera que “queda mucho camino por recorrer” y apela a la estabilización, dejando claro que él será quien siga llevando las riendas: “No tengo derecho a abandonar a los bielorrusos”. No obstante, ya da por “fracasada” la “revolución” y considera que supone una decisión de los “bielorrusos”.