Europeístas y populistas rivalizan ante la Eurocámara

Populares y socialistas perderán su hegemonía y necesitarán a los liberales

23 may 2019 / 08:56 H.

Los europeos están llamados esta semana a las urnas para decidir la composición del Parlamento Europeo para los próximos cinco años, en una cita que no solo encara el reto de mejorar la pobre participación de convocatorias anteriores, sino también el de formar mayorías europeístas capaces de resistir la agenda antieuropea de nuevos grupos nacionalistas y populistas que se prevé entren con fuerza al Hemiciclo. La cita arranca este jueves en Reino Unido y Países Bajos, aunque la mayoría de los países de la UE celebrarán los comicios el domingo. Theresa May, la primera ministra que debió concluir el Brexit en marzo, será sin embargo el primer líder de la UE, junto al neerlandés Mark Rutte, en votar en estas elecciones europeas. Las encuestas auguran una Eurocámara fuertemente fragmentada, que acabará con la hegemonía de los grandes bloques del Partido Popular Europeo (PPE) y de los Socialistas y Demócratas (S&D) —aunque seguirán siendo las fuerzas más votadas—y por la entrada de nuevas marcas situadas sobre todo en la extrema derecha y con idearios euroescépticos, nacionalistas y populistas, como el caso del español VOX.

Las proyecciones hacen prever que los representantes de partidos ultras podrían ocupar hasta un tercio de la Eurocámara que se constituirá el 2 de julio, aunque la clave sobre su poder real dependerá de su capacidad para formar un gran bloque con el que hacer valer su peso o si sus diferencias diluirán su presencia en grupos menores. Un grupo requiere un mínimo de 25 diputados, procedentes de al menos una cuarta parte de los Estados miembros, una tarea que parece a priori difícil de alcanzar para partidos radicales que difieren en asuntos clave de soberanía o migración, por ejemplo. Impulsados por el ministro de Interior italiano y líder de la Liga, Matteo Salvini, varios partidos de la derecha radical europea han escenificado ya su entendimiento, incluida la Agrupación Nacional de la francesa Marine Le Pen, el Partido por la Libertad del holandés Geert Wilders, o Alternativa para Alemania (AfD). Sin embargo, otros como el partido de Santiago Abascal se mantienen al margen. Tampoco el partido ultranacionalista polaco Ley y Justicia (PiS), ni el Fidesz del primer ministro húngaro, Viktor Orban, aclararon sus intenciones, a pesar de las señales de acercamiento que han mostrado con esta corriente. Los polacos están actualmente en el grupo Conservadores y Reformistas junto con los ‘tories’ británicos mientras que los eurodiputados de Orban se mantienen en el grupo de los ‘populares’.