Desafío en contra de la prohibición de manifestaciones en Hong Kong
La “revolución de los paraguas” apela a las autoridades británicas
Decenas de miles de opositores desafiaron la prohibición de las autoridades y han secundado las protestas convocadas en la decimoquinta semana de movilizaciones, este domingo marcadas por una concentración en la que han cantado el “Dios salve a la Reina” (“God Save The Queen”) y ondearon banderas de Reino Unido frente al consulado británico para exigir que la antigua potencia colonial garantice el cumplimiento, por parte de China, de sus compromisos con las libertades.
En medio de las protestas, grupos violentos atacaron las instalaciones de la red de metro hongkonesa, por lo que la Policía respondió con el uso de gas lacrimógeno y cañones de agua. Los manifestantes lanzaron, además, cócteles molotov en las inmediaciones de la sede del gobierno de Hong Kong y arrojaron ladrillos contra los agentes en la base del Ejército chino en el barrio del Admiraltazgo. También arrancaron a una pancarta roja colocada para celebrar el septuagésimo aniversario de la fundación de la República Popular China, el próximo 1 de octubre, y le prendieron fuego. Tras horas de disturbios la protesta se ha ido diluyendo durante la noche pese a que se registraron enfrentamientos esporádicos en barrios como el de Causeway Bay, Wan Chai o Fortress Hill. En Fortress Hill individuos con camisetas, algunos armados con barras de metal, se enfrentaron con manifestantes. Es la segunda protesta prohibida en quince semanas.