Un fruto con corazón que enamora a los sentidos


Por carretera, desde Castillo de Locubín hasta Rusia se tardan cinco días. Las cerezas las llevamos en un camión frigorífico y llegan con un aspecto perfecto”. Constantín es un joven transportista moldavo que, desde hace dos años, acude con su tráiler a Castillo de Locubín a comprar cerezas para venderlas a una cadena de supermercados de Rusia.
Su camión va repleto de cajas de cerezas de esas variedades que entran por los ojos y que, con su forma de corazón, enamoran irremediablemente al paladar. Otros compañeros suyos moldavos hacen lo propio en Lérida, Alicante o Zaragoza, con productos de temporada como el melocotón, la nectarina o el paraguayo, que es una especie de melocotón aplastado de sabor indescriptible. Un mercado en ciernes, el ruso, que demanda con avidez productos de primor. Constantín, el conductor del tráiler, lo resume así: “Queremos frutas de aspecto bueno, calidad buena. Trabajo bueno... negocio bueno”.

03 jun 2014 / 22:00 H.


El panorama actual de la cereza en España es el siguiente: El Valle del Jerte (Cáceres), con 40 millones de kilos en la presente campaña, es, indiscutiblemente, el máximo productor. En su paisaje, las nevadas primaverales las ponen las flores rosáceas de los cerezos y, con sus cinco pétalos, constituyen, por sí solas, un reclamo turístico. Le sigue de cerca Aragón, con 30 millones de kilos. Luego, Las Hurdes (Cáceres), que siempre recuerda el estigma del hambre que plasmó Luis Buñuel, con 10 millones.
La siguiente en la lista es Andalucía, con 5 millones de kilos. Casi todos ellos proceden de la provincia de Jaén y, más concretamente, de la comarca de la Sierra Sur que, junto con Torres, en Sierra Mágina, son las únicas zonas que pintan de nieve la primavera sureña. La palma en este cultivo se la lleva Alcalá la Real con 3 millones de kilos; seguida de Castillo de Locubín con 1,5 millones y Torres con 500.000 kilos. Frailes y Valdepeñas de Jaén también aportan su granito de arena rojo rubí al cómputo general.
Para cerrar el panorama de la producción total de esta fruta, en Cataluña se produce 1 millón de kilos, en Alicante 600.000 y en Ponferrada (León) 400.000.
cálculos. Los datos son de José Ramón Castillo, uno de los tres socios (hermanos) de la empresa Cerezas y Almendras Castillo, de Castillo de Locubín, la máxima comercializadora de cerezas de Andalucía y una de las más importantes, de España. El suyo  es el cálculo de un experto conocedor de la producción agrícola y del mercado. Tanto él, como sus hermanos Fernando y Manuel, se dedican a la compra-venta de cerezas desde que eran adolescentes. “Esta empresa la creó mi padre”, explica Fernando Castillo, ya jubilado y al que su hijo Juan le ha tomado el relevo. “Él tenía un bar y comenzó a vender cerezas, pero muy pronto los pedidos eran cada vez mayores y se compró un camión y empezó a comprar cerezas en el Valle del Jerte, donde tenemos desde entonces muy buenos amigos. Nosotros, desde jovencitos, íbamos con el camión de acá para allá”. Esa experiencia desde la base y su buen hacer, han colocado a la empresa Castillo como líder en su sector. “Nuestro principal cliente es Ferrero, que nos compra la cereza pequeña, con un calibre determinado, para sus bombones ‘Mon chéri’. Nosotros se la enviamos en bidones con alcohol de 96 grados. El resto se destina a la industria y también se exporta, o como fruta de plaza de temporada”.