Se acabó el culebrón: Villa no se moverá de Mestalla

La última esperanza de David Villa para abandonar el Valencia tenía nombre y apellidos: Pep Guardiola. El entrenador del Barça era su principal aval para que el presidente blaugrana, Joan Laporta, tirara de billetera y concretase su fichaje, pero la llegada del delantero sueco del Inter Zlatan Ibrahimovic al Nou Camp, un extremo que se confirmará en las próximas horas, le dejó sin apenas opciones de mudarse. 

    19 jul 2009 / 08:45 H.

    Así las cosas, el delantero asturiano se vio obligado ayer a acabar con los rumores con una llamada al presidente che, Manuel Llorente. “Voy a seguir aquí, presi”, le dijo el ‘Guaje’ en una conversación desgranada en el diario valenciano Superdeporte. 50 kilos, la cantidad que pide Llorente, han pesado como una losa para los clubes interesados en hacerse con los servicios del jugador, que ya rechazó de pleno firmar en un conjunto extranjero. De hecho, dijo no a una oferta millonaria del Chelsea y otra del Manchester City, que le ofrecía 12 kilos por temporada de sueldo.
    En España, el Real Madrid se retiró de la subasta pública cuando fichó a Benzema y el Barça se decantó por Ibrahimovic. Y hasta el Atlético, que se especuló como posible destino si vendía a Forlán, dijo que el goleador estaba dentro de unos parámetros inalcanzables. Tal es la situación que el propio Unai Emery fue informado de la nueva situación en el stage del equipo, que se reunió en torno al artillero para celebrar su continuidad en una entidad que se recupera muy poco a poco de su situación económica. 
    El noviazgo de David Villa con el Valencia continuará siendo una realidad un año más, algo que quedará de manifiesto la próxima semana, cuando el propio presidente del conjunto de Mestalla ofrezca una rueda de prensa conjunta con el propio jugador, que ya ha trasladado a su representante que paralice las negociaciones.
    sorpresa. Con todo, el presidente del Barcelona sorprendió, ayer, con unas declaraciones en las que aseguraba que el tema Villa “es una negociación abierta pero muy complicada, aunque la cosa no se ha quedado cerrada ni para bien ni para mal”. Así las cosas, habrá que esperar para ver cómo se desarrollan los acontecimentos futuros.